La terapia hormonal de reafirmación de género puede ayudar a los pacientes de forma mental y física, según un nuevo estudio. Un análisis de datos recientes de 3,592 pacientes en centros de salud comunitarios de Boston y Nueva York reveló que quienes recibieron terapia hormonal afirmativa de género mostraron un 15% menos de riesgo de síntomas depresivos moderados a graves durante cuatro años de seguimiento, comparado con quienes no recibieron este tratamiento. Los investigadores utilizaron cuestionarios de salud para evaluar niveles de depresión y correlacionarlos con prescripciones de hormonas.

La depresión afecta al 33% de las personas transgénero, según estudios recientes, frente al 8.3% de la población general. Factores como el estrés por discriminación, dificultades económicas y barreras en el acceso a servicios de salud contribuyen a estas disparidades. Expertos destacan que el estigma y las políticas restrictivas hacia la atención médica afirmativa de género agravan estos problemas.

El estudio, publicado en JAMA Network Open, sugiere que el acceso a terapias hormonales seguras y supervisadas podría mejorar resultados de salud mental, aunque no reemplaza otras intervenciones psiquiátricas. La muestra analizada refleja diversidad en edad, raza, etnia y estatus socioeconómico, lo que amplía la relevancia de los hallazgos. Además, evidencia que este tipo de atención es viable en clínicas comunitarias, no solo en centros especializados.

Los profesionales de la salud involucrados en la investigación enfatizan que la terapia hormonal es parte de un enfoque integral. Mientras algunos destacan su seguridad y beneficios comprobados durante décadas, otros señalan la necesidad de combinarla con terapias psicológicas para abordar la depresión. En todo caso, afirman que la evidencia científica respalda que negar estos tratamientos no ofrece ventajas, sino riesgos adicionales para las personas trans.

En el marco de estudio están, por supuesto, las restricciones legales a la atención médica afirmativa de género. En 2023, se presentaron 185 proyectos de ley en EE.UU. que limitan estos tratamientos, frente a solo dos en 2018. Investigadores advierten que estas medidas podrían exacerbar crisis de salud mental en comunidades transgénero, especialmente bajo la nueva administración de Trump, que ya está eliminando el apoyo federal a estos programas.

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