Un entrenador personal británico murió tras consumir cafeína en polvo que equivalía a 200 tazas de café. Thomas Anthony Mansfield falleció trágicamente tras calcular mal la cantidad de cafeína que debía poner en su bebida pre-entrenamiento. El padre de dos hijos, que trabajaba como guardia de seguridad y entrenador personal, había pedido un paquete de cafeína en polvo a Blackburn Distribution, una empresa de suplementos con sede en el Reino Unido.

Aunque las instrucciones recomendaban ingerir entre 60 y 300 mg dos veces al día, la balanza digital que Mansfield utilizó para medir el polvo tenía un peso inicial de 2 gramos, lo que equivale a varias veces la cantidad máxima de una sola porción. John Gittins, juez de instrucción superior del este y el centro de Gales del Norte, declaró que Mansfield “probablemente pretendía tomar una porción media” al intentar medir el polvo, pero en lugar de ello consumió una cantidad excesiva del suplemento.

En una declaración, la viuda de Mansfield, Suzannah, dijo que su difunto marido era “muy saludable” y que normalmente no bebía más de dos tazas de café al día. Dijo que su marido “se tragó el resto de la bebida” después de tomar un sorbo y que poco después empezó a “agarrarse el pecho” antes de tumbarse en el sofá. Suzannah recuerda que vio cómo su marido empezaba a echar espuma por la boca, por lo que rápidamente salió corriendo de la casa para pedir ayuda a los vecinos y familiares que vivían cerca. En cuestión de minutos, una ambulancia llegó al lugar de los hechos y el personal utilizó un desfibrilador, ya que Thomas tenía un ritmo cardíaco “muy anormal” y estaba sufriendo una parada cardíaca.

A continuación fue trasladado a un hospital, en donde tras muchos esfuerzos se interrumpieron los intentos de reanimación y se declaró la muerte del joven de 29 años. Tras la autopsia, la causa médica de la muerte fue la toxicidad por cafeína, ya que Mansfield tenía 392 mg de cafeína por litro de sangre, según el juez de instrucción. La toxicidad de la cafeína puede ser causada por niveles de 78 mg por litro de sangre o más. Su muerte se declaró como un accidente debido al resultado involuntario de sus propias acciones al consumir el polvo de cafeína.

La marca de cafeína en polvo que consumió el entrenador viene ahora con un dosificador y una hoja de instrucciones en paquetes totalmente nuevos. “Si se hubieran suministrado estos cacitos en su momento, el Sr. Mansfield probablemente seguiría vivo”, dijo el forense en su conclusión. Sin embargo, las instrucciones y advertencias del paquete de cafeína en polvo no infringían la normativa de la época, según el juez que llevó el caso.

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