No, no se trata de un complot de los que odian a Jeff Koons, ni de un performance a lo Banksy, sino de un accidente. Una escultura de Koons valorada en USD $42.000, fue destruida en la feria Art Wynwood de Miami hace unos días después de que una visitante la derribara accidentalmente. La obra de porcelana en forma de perro globo de color azul, de unos 15 centímetros de alto, estaba disponible en las galerías Bel-Air Fine Art de la ciudad.

El director de distrito de Bel-Air Fine Art, Cédric Boero, declaró que había sido “desgarrador” ver cómo se destruía una pieza tan emblemática. “Sin embargo, la coleccionista nunca tuvo intención de romper la escultura, de hecho nunca la tocó con sus manos. Era el preestreno del cóctel inaugural, había mucha gente en nuestro stand, y sin querer dio una patadita en el pedestal, que fue suficiente para que la escultura se cayera”.

Boero destacó que “este tipo de cosas desgraciadamente ocurren, por eso la obra estaba cubierta por un seguro. Los trozos de la escultura fueron embalados en una caja por el personal de la feria para ser almacenados a la espera de que pase el perito del seguro. Algunos coleccionistas se ofrecieron a comprar los fragmentos; seguimos recibiendo ofertas mientras hablamos”.

El artista Stephen Gamson, que presenció el accidente, se ofreció a comprar los trozos rotos en el acto, pero reveló que estaba esperando a que la galería se pusiera en contacto con él para la compra de la pieza rota. Gamson filmó el accidente (vídeo arriba), que muestra los restos de la escultura esparcidos por el suelo; un transeúnte dice que “esto es ahora la nueva instalación de arte”, mientras que otro espectador comenta: “Al menos no es un jarrón Ming”. Gamson declaró que no estaba seguro de si la visitante responsable “le dio un golpecito o chocó con él, ya que sucedió muy rápido”.

Las esculturas de Koons que imitan globos se han convertido en piezas muy buscadas en el mercado del arte: En el 2013, un perro globo naranja de un poco más de tres metros realizado por Koons se vendió por USD $58,4 millones en Christie’s, estableciendo un récord en ese momento para la obra más cara de un artista vivo que se vende en una subasta. Por ahora, no está claro si la galería tiene intención de vender los fragmentos de la escultura rota, pero esta formaba parte de una edición limitada que ahora ha disminuido de 799 a 798, según la BBC.

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