Todas las temporadas de “American Horror Story”, clasificadas de la peor a la mejor

Durante 11 temporadas y 12 años, American Horror Story se ha sumergido profundamente en mundos oscuros que exploran el horror en todas sus facetas. La serie antológica, creada por Ryan Murphy y Brad Falchuk para FX, crea montañas rusas narrativas cada temporada, ofreciendo una nueva visión de lo que puede ser el terror: casas encantadas, asesinos en serie, payasos locos, manicomios y médicos sádicos son sólo algunos de los innumerables elementos aterradores que componen esta adictiva serie. Muchos de los miembros del elenco del programa aparecen en diferentes roles a lo largo de la serie, incluidos Sarah Paulson, Emma Roberts, Frances Conroy, Lily Rabe, Kathy Bates, Evan Peters, Lady Gaga y Angela Bassett, aunque en sus primeras entregas, tuvo una sola estrella: la inconfundible Jessica Lange.
Es muy divertido ver a estos miembros recurrentes del elenco abordar múltiples personajes y una variedad de historias tremendamente diferentes y realmente apasionantes. Las temporadas de American Horror Story también tienen lugar en diferentes lugares y épocas. En cada uno, se presta cuidadosa atención a los detalles necesarios para transportar a los espectadores a otro lugar y tiempo, ya sea un húmedo hospital psiquiátrico en la década de 1960 o una casa de vacaciones boscosa y embrujada de un campamento a mediados de la década de 1980. Sin embargo, a pesar de todos los éxitos de la serie, no todas las temporadas son perfectas. Por ello, antes del estreno de American Horror Story: Delicate en los próximos días, analizamos las 11 temporadas de American Horror Story, clasificándolas de la peor a la mejor.
11. American Horror Story: Double Feature (2021)
Comenzamos la lista con la temporada de 2021 de AHS, Double Feature, que cuenta la historia de una pareja y su hija que se mudan a un remoto balneario y, obviamente, el pueblo está poblado por extrañas criaturas chupasangre. Para contrarrestar su síndrome de bloqueo de escritor, Harry, padre de familia y guionista fracasado, encuentra un camino infalible: alimentarse de pequeñas pastillas negras que le hacen hipereficaz, pero también dependiente… de la sangre. Como esta temporada se divide en dos historias distintas, también tiene lugar en 1954, cuando el presidente Eisenhower tiene la tarea de investigar un OVNI, En 2021, cuatro adolescentes no tan inteligentes están pensando en irse de fin de semana cuando se ven perseguidos por extraños fenómenos. Cuando se despiertan, todas están embarazadas de bebés extraterrestres y son llevadas a una clínica muy espeluznante que busca crear el híbrido perfecto. Aunque la idea del formato dual es interesante, al final no funciona tan bien y pone de relieve uno de los mayores defectos de la serie: su dificultad para llegar realmente al final de sus historias y cumplir sus promesas.
10. American Horror Story: Cult (2017)
En la séptima temporada del show vemos cómo desde que Donald Trump se convirtió en presidente de los Estados Unidos, Ally empezó a descarrilarse, abrumada por sus diversas fobias y otras neurosis en su pequeño barrio burgués. Kai está súper feliz con las elecciones con su cabello azul, y forma una secta para sembrar el caos y meterse en la política. Ally comienza a ver payasos asesinos y su esposa piensa que está loca, pero en realidad hay una secta que se disfraza para matar. Aunque Sarah Paulson presentó perfectamente la gran ambición de esta temporada: una pesadilla del Tío Sam con un horror de una nación dividida, que ya no puede llevarse bien ni coexistir, su mayor defecto es que usa y abusa de recursos fáciles (¿alucinación o realidad? ¿Paranoia o auténtica locura contagiosa?) de forma ridícula. Al igual que otras temporadas, Cult tiene demasiados personajes, demasiadas tramas y muy poco control narrativo para formar una historia verdaderamente coherente y sencilla.
9. American Horror Story: Roanoke (2016)
En noveno lugar está la sexta temporada que cuenta la historia de una pareja que se muda a una casa embrujada, rodeada de campos malditos, en un pueblo con un pasado oscuro. Al principio las cosas van bien, luego todo se va al demonio cuando todo se convierte en un reality show: El lado meta lleva la serie a una nueva era. Seguramente cansados de contar historias sobre criaturas mitológicas y payasos asesinos, Ryan Murphy y Brad Falchuk decidieron rendir homenaje a los programas de televisión sobre lo paranormal. Gracias a su aire de docu-ficción, esta sexta temporada, dividida en tres partes, lleva su concepto al máximo cuando, a mitad de temporada, realiza un cambio radical de forma de doble filo, uniendo las dos temporalidades. En el final al estilo slasher paranormal, los verdaderos protagonistas se encuentran con sus dobles y todos se encuentran atrapados en una espeluznante pesadilla. Pero entre el homenaje al terror popular, el intento de recrear películas famosas de metraje encontrado como The Blair Witch Project, esta temporada es demasiado dispersa.
8. American Horror Story: Apocalypse (2018)
Acá, todo se resume en el título: Llega el apocalipsis y todo el mundo está jodido luego de una explosión nuclear. Bueno, casi todos porque unos pocos afortunados sobrevivieron en búnkeres, pues fueron seleccionados en función de su ADN por la Cooperativa, una asamblea misteriosa. Esta es la primera vez que la serie realmente adopta el legado de temporadas anteriores, incorporando elementos de Coven y Murder House, pero esta fortaleza es también una debilidad. Si obviamente los aficionados a la serie están sin duda encantados de volver a ver caras conocidas, la serie pierde un poco su estatus antológico al perder su independencia total entre temporadas. Aún así, Apocalypse es quizás la temporada más salvaje de la serie, especialmente cuando se involucran flashbacks y referencias al satanismo: nunca tendremos un Satanás más sexy.
7. American Horror Story: NYC (2022)
En séptima posición tenemos a la temporada 11 del show, que se traslada a la Nueva York de 1981, cuando extraños y sangrientos asesinatos tienen como objetivo a la comunidad gay y un misterioso virus comienza a propagarse. Gino Barelli, periodista de un periódico local, y su novio, el policía Patrick Read, dirigen solos la investigación, ya que la policía decidió ignorar lo que sucede. Varios personajes se cruzan en sus caminos, entre ellos un fotógrafo de moda, un sicario e incluso un psicópata sadomasoquista. Después de temporadas completamente fantásticas nos gustó ver algo de realismo, lo cierto es que la amenaza del asesino en serie es aterradora, lo que sumado a la crisis del SIDA, hace que el terror se sienta real en otro nivel. Lo malo es que la gran cantidad de personajes hace que algunos, lamentablemente, pasen desapercibidos, como Fran y su pandilla de lesbianas o Henry Grant interpretado por el brillante Denis O’Hare. En algunos puntos, la serie se adentra en lo sobrenatural, y su final onírico la diferencia del resto.
6. American Horror Story: 1984 (2019)
A mitad de la lista llegamos a un clásico de AHS, su temporada de 2019 dedicada a los slashers de los años 80. En esta entrega, es verano de 1984 y cinco amigos deciden ser contratados como consejeros en Camp Redwood, para escapar de la alta tasa de asesinatos en la ciudad. La manada de adolescentes, que claramente nunca han visto la película Friday The 13th, se encierran en medio de la naturaleza mientras un psicópata llamado Sr. Bell acaba de escapar de su celda, y se dedica a asesinar brutalmente, aprovechando las influencias del terror de los 80 para recordarnos que esa década fue muy buena con una buena dosis de nostalgia. La temporada demuestra también que es posible racionar una mega cacería humana a lo largo de los episodios, lo cierto es que no faltan los giros innecesariamente complicados, una característica de los escritores de AHS, que podrían habernos ofrecido sobriedad y claridad.
5. American Horror Story: Hotel (2015)
¿Recuerdan cuando Lady Gaga hizo su estreno como actriz en American Horror Story? En la temporada de AHS de 2015, cosas extrañas estaba sucediendo en el Hotel Cortez de Los Ángeles. Especialmente por la condesa Elizabeth, una vampira que mata a mucha gente guapa con su amado. Hay muchos fantasmas y demonios rondando por los pasillos y las habitaciones, especialmente porque quien lo construyó mató y torturó a mucha gente allí, con muchas habitaciones secretas. También hay un policía investigando todo este circo, y un asesino inspirado en los 10 mandamientos. Y el trauma de la desaparición de su hijo está vinculado a la condesa, que secuestra niños para mantenerlos en su casa. La quinta temporada sedujo inicialmente por su atmósfera acogedora, su ambientación muy cinematográfica, una dirección artística bastante sorprendente y una banda sonora espectacular. El hotel es un parque de juegos especialmente emocionante con sus habitaciones encantadas, pasillos olvidados, suites lujosas y zonas oscuras. Pura historia de terror… hasta que la historia comienza a salirse de control: acumula tantas intrigas, rápidamente resulta difícil y no perder el hilo con la historia de amor de Lady Gaga con su ex Angela Bassett en medio de una misión de venganza, hasta la vergonzosamente subexplotada Chloë Sevigny, pasando por el comienzo de una invasión/fin del mundo por parte de niños pequeños, Hotel te arroja muchas cosas en la cara, pero rara vez lo lleva hasta el final.
4. American Horror Story: Freak Show (2014)
En el cuatro lugar tenemos a un grupo de “monstruos” liderados por Jessica Lange, que languidece todos los días entre el alcohol y los cigarrillos, pensando en sus viejos recuerdos de estrellas jóvenes y en sus frustradas posibilidades de convertirse en una diva de la música. Cuando una joven con dos cabezas (interpretada por Sarah Paulson) sorprende con su voz dorada, los celos aumentan, mientras también lidiamos con un gran payaso asesino psicópata y muchas historias de fantasmas. Obviamente inspirada en la película de culto Freaks de Tod Browning, esta temporada reúne todas las ambiciones de AHS con un homenaje tan camp como pop a la historia: no olvidemos nunca los covers de Lange de David Bowie y Lana Del Rey, que marcaron su última aparición como protagonista y musa de AHS en un rol extraordinario. El defecto de la temporada es que después de ofrecernos violencia, sexualidad, horror, locura y fantasía, pierde fuerza con su exceso de personajes y subtramas.
3. American Horror Story: Murder House (2011)
En tercer lugar tenemos la primera temporada del show, en donde una linda y pequeña familia se muda a una casa obviamente embrujada. Está el padre, psiquiatra e infiel, cuya libido gotea por sus poros; la mujer, desconsolada por la muerte de su hijo al dar a luz; y su hija deprimida, llena de melancolía. Sus vecinos son tan extraños como las paredes de su nuevo hogar, ya que nos encontraremos con una madre loca, un hijo psicópata pero guapo y una señora de la limpieza que pondría en celo a un eunuco. Fue un éxito ya que combinó el mayor cliché del cine de terror con la provocación (el sexo, ese gran mal, simbolizado por el hombre del látex), algunos giros (la doble cara de Moira O’Hara) y en un gran apetito por las pequeñas emociones para desempolvar todo eso. Murder House sigue siendo uno de los mejores momentos del show, aunque ya va mostrando a la vez su mayor pecado: su incapacidad para asumir y hacer justicia a todos sus temas, a todos sus personajes y a todas sus ideas.
2. American Horror Story: Coven (2013)
¿Hay alguien que no recuerde cómo esta temporada de AHS tuvo a la cultura pop agarrada por el cuello durante semanas? En esta entrega, las brujas existen e incluso tienen una escuela en Nueva Orleans, donde Fiona, la Suprema, entrena a las más jóvenes con la ayuda de su hija Cordelia. Pero Fiona va a morir porque ya está emergiendo emerge un nuevo Suprema, así que mata a sus alumnas mientras busca a la que pueda sucederla. Además, también hay un cazador de brujas que vuelve a la vida, un consejo de brujas, cazadores de brujas, un dios vudú malvado, lleno de asesinatos y resurrección, y un novio que regresa como un zombi. Esta temporada se destaca porque la idea de trasladar la acción a Nueva Orleans es inspirada. Este lado de Estados Unidos es apasionante, política y socialmente, y el folclore local proporciona un excelente telón de fondo para la historia. AHS estaba entonces en el apogeo de su imaginación: toda la subtrama de Marie-Delphine LaLaurie y Marie Laveau es particularmente interesante, sobre todo porque orquesta el encuentro entre Kathy Bates y Angela Bassett frente a Jessica Lange. Pero Coven también adquiere un tono más ligero y se divierte más que nunca, con sus personajes y sus actrices: ¡BALENCIAGAAAAAAAAAAA!
1. American Horror Story: Asylum (2012)
La posición de honor va para Asylum, la segunda temporada de AHS, ambientada en la década de 1960, más específicamente en el asilo psiquiátrico de Briarcliff, dirigido por la hermana Jude, y donde una periodista demasiado curiosa, Lana Winters, es internada a la fuerza. También hay un viejo médico nazi que experimenta con pacientes, un exorcismo que sale mal y transforma a la hermana Mary Eunice en la puta del diablo, el pasado oscuro de la hermana Jude que resurge, una paciente que se cree Ana Frank y no le gusta encontrarse con un Nazi de nuevo, un niño acusado de ser el famoso asesino de Bloody Face, un médico que viene a interrogarlo para averiguarlo, un Ángel de la Muerte que visita este pequeño mundo y una historia sobre extraterrestres. Esta temporada mantiene la tensión, la sensación de clímax y fuegos artificiales, ya que explotó brillantemente el concepto de antología de terror. Más animada, barroca, extrema y poco convencional que la primera temporada, Asylum logró crear una pesadilla densa, asombrosa e impredecible, en la encrucijada de géneros: exorcismo, extraterrestres, experimentos nazis, cine de asesinos en serie y un thriller. Aquí, AHS encontró y afirmó su identidad, y nunca nos hizo olvidar esa vieja canción francesa que decía Dominique, nique, nique…
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