Style Highlights of The Week: Balenciaga + Schiaparelli + Thom Browne y más

Esta semana, dedicamos nuestro recorrido semanal el mundo de la moda a la Haute Couture Fashion Week, destacando nuestras colecciones favoritas de lo que se presentó esta semana en París, como las siluetas oversize de Balenciaga, la belleza de las formas en el desfile de Schiaparelli, y los detalles exquisitos en la muselina de Thom Browne. Además, Chanel hizo homenaje a las dramáticas siluetas de la ópera, Dior se contagió con el espíritu de los Juegos Olímpicos, Armani nos dio un show de 89 looks increíbles y perlados y mucho más. ¡Acompáñanos!

Balenciaga Haute Couture Fall 2024

Balenciaga llegó a la semana del Haute Couture con una estética puramente Demna Gvasalia: Todo tipo de looks oversize desfilaron por la pasarela como camisetas enormes, robustas camisetas deportivas, camisas de franela XL desabrochadas y retorcidas, y esculturales chaquetas vaqueras, todo ello con un toque de alta costura. Según las notas del desfile, Demna se fijaba en ciertas subculturas como punto de referencia, como “Streetwear, Goth, skater y metal head”. Como detalles, hubo algunos huevos de Pascua metafóricos escondidos a lo largo de la colección, como el vestido de novia final, diseñado como un objeto efímero, pues estaba construido con 47 metros de nailon (una reinterpretación del gazar, que se habría utilizado en la época de Cristóbal Balenciaga). Según la marca, sólo se tardó 30 minutos en confeccionarla y sólo se tardaría 30 segundos en deconstruirla.

Schiaparelli Haute Couture Fall 2024

Una de nuestras colecciones favoritas de esta semana fue la de Schiapparelli, con la que Daniel Roseberry ofreció una pasarela llena de enigmas y formas fascinantes. Esta temporada, la marca se centró en la mujer: “Enigma glorioso, era (según a quién se le preguntara) escurridiza o escandalosa, impactante por su libertad, su falta de inhibición y su aparente incapacidad para preocuparse por las convenciones”, escribió el diseñador en las notas del desfile. La versión de Roseberry de Schiaparelli fue uno de los desfiles más decadentes y fascinantes de toda la temporada de alta costura. La primera modelo abrió el desfile con un teatral vestido plateado moldeado con detalles que parecían alas de ángel. Siguió un vestido negro con escote hasta el ombligo, adornado con calas blancas extralargas. Luego vimos mangas adornadas que era a partes iguales medieval y robot cibernético. Pero todos estos looks tenían en común el estudio intrínseco de la silueta. Como colofón de la colección, unos vestidos estructurados y en cascada flotaron por la pasarela y provocaron una reacción vocal del público… y con razón.

Thom Browne 2024 Couture Collection

Para su segunda colección de alta costura, el diseñador trajo a la Ciudad de la Luz un enfoque innovador: tomar los fundamentos originales de la alta costura (es decir, la silueta de muselina que va en la base del modelo de madera) y llevarla al primer plano. Sus prendas estaban confeccionadas en un tejido blanco roto de una rigidez surrealista. La idea subyacente era un guiño a los Juegos Olímpicos y a la alta costura como deporte con un talento innato para el espectáculo. La colección hizo que hasta los más hastiados de la moda se quedaran impresionados con los detalles: hubo extensiones de crestas fruncidas con capas de gris y marfil a lo largo de los hombros y las caderas, o el abrigo absolutamente macizo en forma de capullo que flotaba de los hombros de la modelo. Los bikinis trompe l’oeil se colocaron sobre vestidos columna, una chaqueta sastre se descompuso en formas radicalmente nuevas y descompuestas, y un vestido con corpiño de cuentas de bronce tenía mangas asimétricas y plisadas que parecían sacadas de otro universo. Para completar un vestido bordado en oro se necesitaron 11.000 horas y 42 personas.
Pero nada podía competir con el vestido de novia final que lució Anna Cleveland. Un vestido brillante, hecho a medida, con botones que caían en cascada desde el escote hasta el suelo, la espalda sobrecargada con una explosión de texturas de flores y plantas monocromáticas, evocaba temas tanto de la vida como de la decadencia.

Jean Paul Gaultier Haute Couture 2024

Para la colección Couture otoño/invierno 2024, el diseñador fue Nicolas Di Felice, director artístico de Courrèges, también conocido como el maestro moderno del minimalismo sexy tanto para las It-girls como para los puristas de la moda. En primer lugar, vimos un vestido de gabardina drapeado completamente negro, con un amplio cuello desplegado y un velo que cubría a la modelo de los ojos para abajo. A continuación, una versión de cuero más corta del primer look con el velo antes mencionado. Y luego, un vestido columna negro con una ligera cola en la parte inferior y un escote que se desviaba justo por debajo de los ojos de la modelo. No cabe duda de que las siluetas afiladas causaron un gran impacto; los invitados de la primera fila se disputaban el espacio del teléfono como si jugaran al Tetris para captar cada uno de los looks de la pasarela hiperestrecha. La colección fue impactante en su sutileza, como el vestido de novia nude escarpado final que estaba cubierto de 10.568 cierres de gancho y ojo.

Chanel Haute Couture 2024

El desfile de alta costura otoño 2024 de Chanel fue el primero de la firma desde la repentina marcha de su antigua directora artística, Virginie Viard, hace apenas unas semanas. La presentación de la alta costura en un teatro donde actúan la ópera y el ballet nacionales fue un lugar apropiado para celebrar la larga vinculación de la maison con las artes y la cultura francesas. La paleta de colores es más oscura esta temporada, con mucho negro, dorado, plateado y ricos tonos joya. Los trajes clásicos de Chanel eran de bouclé, la mayoría de corte por encima de la rodilla, con o sin pliegues. Muchos llevaban borlas, trenzas y otros adornos glamurosos. Los vestidos negros también ocuparon un lugar destacado, y varios looks iban rematados con largos abrigos y capas de ópera que no habrían desentonado en el Palais Garnier cuando se inauguró hace casi 150 años. Pero no faltó la piel: el look de apertura llevaba una capa ondulante hasta el suelo sobre un body, un look muy Gen Z. Los guiños al vestuario de las divas de la ópera y las primeras bailarinas estuvieron presentes en toda la colección. La novia, el broche de oro anual de Chanel para sus desfiles de alta costura, llevaba un vestido de ensueño con mangas grandes, una larga cola y un corpiño bordado con las camelias características de la casa.

Giorgio Armani Privé 2024

Ver de cerca cómo el diseñador de 89 años juega con los adornos es realmente algo digno de contemplar, y el desfile otoño/invierno 2024 de la marca en París, en el que se colocaron perlas de gran tamaño en sombreros, se cubrieron maxivestidos largos con versiones diminutas de las mismas y se adornaron chaquetas de traje transparentes y maxivestidos de gasa con centelleantes montañas de minicuentas nacaradas fue el ejemplo perfecto. Con 89 looks en total (¡para coincidir con la edad de Armani!), había mucho donde elegir, pero incluso en medio de todo el exceso, se podían encontrar joyas. Armani tomó el significado de la perla y su asociación con la luna, el agua, la sabiduría, la pureza y el amor, y lo convirtió en arte para llevar puesto. El terciopelo negro azabache resaltaba sobre las paredes de un blanco impactante, mientras que las piezas transparentes se cubrían con cascadas de flecos de cristal, plumas y pedrería. La paleta de colores giraba en torno a los clásicos neutros, destacando el negro, el dorado y los taupes, al tiempo que se hacía hincapié en la ornamentación. La sastrería, con pantalones de estilo harén y tops con volantes a lo Pierrot, era el sueño de cualquier amante del vintage.

Dior Couture Collection 2024

La directora creativa de Dior, Maria Grazia Chiuri, se sumó el espíritu de los Juegos Olímpicos con su colección de alta costura otoño 2024: “La sagrada encarnación de la competición incitó a Maria Grazia Chiuri a rendir un merecido homenaje a todos los atletas que, desde la antigüedad hasta nuestros días, han superado prejuicios y obstáculos para garantizar la igualdad de condiciones”, se leía en las notas del desfile. Los primeros looks que aparecieron fueron versiones de la clásica toga blanca. Todo blanco y envuelto en suntuosos drapeados, el cinturón, las sandalias de gladiador y las brillantes camisetas de tirantes que se llevaban debajo daban a entender que se trataba de un atuendo deportivo. Las interpretaciones literales no se detuvieron ahí. Los chispeantes trajes cortos evocaban los uniformes de las gimnastas. Mientras las modelos desfilaban por la larga pasarela, los murales de atletas en la pared brillaban con las luces. Hacia el final de la colección de 61 looks, se inyectó un toque de formalidad. Vestidos metalizados fluidos que parecían nadar entre brillos, vestidos drapeados con hombros en tonos miel metalizados, un traje dorado de una pieza cubierto de plumas doradas y un brillante body de lentejuelas (o bañador, según quién lo llevara) con chaqueta a juego. Los vestidos de pedrería serán probablemente un éxito para las embajadoras de Dior en la alfombra roja.