Slayyyter
STARFUCKER

La artista estadounidense Catherine Slater, más conocida como Slayyyter, siempre ha sabido cómo debe sonar una canción de pop perfecta: mientras crecía, escuchaba a Britney Spears, Fergie, Timbaland, Nelly Furtado, Lady Gaga, Taylor Swift, Madonna, Janet Jackson, y Whitney Houston, fantaseando con que algún día sería una estrella como ellos. Aunque Slayyyter no ha llegado aún a las alturas del mainstream, en los últimos años se ha consolidado como una artista de pop alternativo audaz y con muy buen sentido del humor. Comenzó su carrera en Soundcloud y luego despegó tras la mixtape autotitulada Slayyyter, elogiada por su visión maximalista y electrónica de bubblegum pop. Aún así, había más que desear de la mezcla; aunque la producción a menudo metálica y desequilibrada era probablemente intencionada, funcionaba mejor en algunas canciones que en otras. En el 2021, sacó su álbum debut oficial, Troubled Paradise, firmada en el sello Fader con Clairo y otros.
En ese momento, Slayyyter nos ofreció claras referencias a la cultura ballroom y su música; también al rap divertido y al pop que tanto ama en un caótico paisaje sonoro lleno de hyperpop, un poco de inspiración drag y house de los 90. Ahora, un par de años después, Slayyyter se trae un álbum más conceptual: Se trata de STARFUCKER, en donde explora hábilmente las múltiples facetas de la maquinaria de Hollywood, alternando entre opulentas visiones de la gran pantalla y pesadillas lynchianas ambientadas con ritmos techno. A lo largo de sus 12 temas, Slayyyter es tanto la star como la fucker, describiendo el brillo y la crudeza del estrellato contemporáneo. “Quería hacer algo que estuviera dramatizado”, cuenta Slayyyter sobre la producción. “Estaba viendo muchas películas de Brian De Palma y todas estas cosas diferentes que memorizaban Los Ángeles de una manera específica, y quería hacer música que pudiera reflejar eso. Siento que Hollywood en un sentido general es glamuroso pero también es sucio y quería que el sonido reflejara esos diferentes lados”.
Podemos decir que STARFUCKER cumple el objetivo perfectamente, con hedonismo y candor. El álbum abre con la pista I Love Hollywood, en donde canta: Oh, thank God I sold my soul / Glitter, smoke and rock and roll. Es la sintetización del mood de toda la producción: ese ambiente frívolo de fiestas, mansiones, champaña y diamantes en el cuello, cocaína en la nariz y muchos saludos de besos al aire con gente que en realidad odias. Esa sensación de ser la reina del soirée, sonriendo mietras sabes lo sórdido que es todo lo que te rodea, como una pesadilla de fama que anhelas al mismo tiempo que te hace vomitar. El sonido es un puño de sintetizadores desgarradores, bombos y ritmos techno que acompañan letras mordaces. Aquí, Slayyyter destruye los bajos fondos tóxicos de la escena fiestera de la Costa Oeste, famosa por las drogas, los influencers y las opresivas expectativas sobre la imagen corporal. Al oscuro y seductor himno le sigue la dulce Miss Belladonna, melódica y elegante, en donde Slayyyter se lamenta de que una pareja que vive para el amor, mientras ella vive para el drama. El viaje luego nos lleva a Plastic, que celebra sin tapujos la tradición hollywoodense de las cirugías estéticas, el botox y más: Brand new tits / Give me a little injection / My doctor made me it look like this / And I can’t starin’ at my own reflection. En la misma canción nos da autoestima y glamour, pero sobre todo, el deseo de mandar a la mierda a cualquiera que juzgue sus decisiones.
Más adelante, temas como Rhinestone Heart y Girl Like Me son un ejemplo delicioso de pop femenino, mientras Memories Of You mantiene el ritmo con una letra llena de escapismo, pero también de deseo y nortalgia, en donde Slayyyter extraña a su ex abiertamente. Purrr es una de esas canciones que no puedes dejar de escuchar: es una pista maximalista hecha para la pista de baile, y en ella, Slayyyter les da a los gays todo lo quieren con letras como Drugs make this kitty go, “Purr” y Pussy pop in the club / Boys wanna fuck with a bitch like us, que convierte un estruendo errático en un tema hecho para movel el culo sin vergüenza. Aunque no se puede negar que el álbum es absoluto pop, es importante destacar que durante toda la escucha, los beats se sienten poderosos, masivos, como si Trent Reznor se hubiese encargado de hacer sonar este disco como uno de NIN en un universo paralelo. No llega a ser tan rudo e industrial, pero nos gusta sentir que la influencia hyperpop de inicios de la carrera de Slayyyter siguen sonando en su segundo disco. Con Tear Me Open baja la energía, confesando que quiere estar con quien ama para siempre, sin importar el dolor, cambiando el discurso de tracks como Dramatic, en donde frívolamente afirma ser fiel a quien se lo pida. El álbum cierra con Out Of Time, que se siente como el grito de ayuda de una cantante pop que envejece y cuyo tiempo se agota para alcanzar el estrellato: she hates herself / but if they all love her then she don’t mind.
En apenas 35 minutos, Slayyyter logra hacer de STARFUCKER un álbum cuyos temas son imposibles de saltar cuando los escuchas: el exceso está simplemente en las letras salpicadas de sexo, fiesta, drogas, cirugía plástica, desnudos y sordidez, no en temas que terminas olvidando porque sobran. Con esta segunda producción, escuchamos a una Slayyyter que quiere establecerse como una fuerza de la naturaleza en el mundo de la música pop, y como una pionera en su oficio. Aquí, es la party girl perfecta y el centro de atención, prácticamente desnuda, con una copa de champaña en una mano y un cigarrillo en la otra, viéndonos con ganas de dejar la fiesta y diciéndonos, darling, ¿a dónde vas? la noche aún es joven. Con tanto disco, hedonismo y beats irresistibles, es imposible no acompañarla hasta que el cuerpo aguante.
Escucha STARFUCKER en su totalidad a continuación:
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