Allie X
Girl With No Face
Ya han pasado cuatro años desde que la canadiense Alexandra Ashley Hughes, mejor conocida como Allie X, nos presentara su ambicioso disco Cape God, en el que se permitió explorar dentro de su subconsciente y sus experiencias para plasmarlas en una producción en la que hablaba de temas como la adicción a las drogas, las relaciones familiares, el sentido de pertenencia, las dualidades en nuestra vida y mucho más, todo con una estética oscura, en donde la veíamos en bosques como un espectro, abriéndonos su corazón en lo que se convirtió uno de esos álbumes de la pandemia que no contó con gira por miles de razones. Desde entonces, Allie está en Los Ángeles, y en esta nueva era parece inspirarse visualmente en Adam Ant, Siouxsie Sioux, Kate Bush y hasta en Ian Curtis. Hay ira, resentimiento y tormento rodeado de exquisitos sintetizadores y letras llenas de ingenio. En el 2024, llegó la hora de la reinvención, y para Allie, esta lleva el sonido del synthpop.
En una entrevista reciente, Allie cuenta que este tercer álbum “se ve como un disco hermano de Super Sunset. Los años 80 son mi género musical favorito y luego en este disco, porque lo hice sola, simplemente pensé: Bueno, ¿por qué no disfrutar de todas mis cosas favoritas? No solo hice referencia a los años 80, sino que me metí en un período específico en un lugar específico en los años 80. Con esto me refiero principalmente a lo que estaba sucediendo en Reino Unido a principios de los 80 e incluso finales de los 70. Ese período de Kraftwerk, New Order y otras bandas de esa época realmente me fascinó”. Para Allie, fue como tener una pizarra en blanco y comenzar de nuevo. “Supongo que conceptualmente en la música, hay mucha exploración de identidad, como siempre, porque siempre tengo un aspecto de eso en mis discos. Definitivamente hay un elemento de fantasía y capas de ira liberada. Yo diría que Girl With No Face, como concepto, tiene algo que ver con esta semilla dentro de mí que descubrí en el transcurso de algunos años. Ella casi se convirtió en otra presencia en la sala que me guió a través de la escritura”.
En esta oportunidad, Allie estuvo detrás de todo el concepto del álbum: lo produjo sola, lo escribió sola durante años (hay temas que datan del 2014), y se puso el mundo sobre los hombros como una Atlas del synthpop hasta crear ese alter ego de la chica sin rostro que le da título al disco. “Es como esta presencia que surgió mientras estuve sola en una habitación durante años escribiendo este disco. Ella es como esta capa de mí, o este fantasma o esta voz en la habitación conmigo que se puede escuchar pero no ver, y ella me dio la fuerza y la agresión que necesitaba para superar este proyecto. Ella es mi musa invisible, mi musa cunty“. A la primera escucha, es imposible no darse cuenta de que este disco marca un alejamiento significativo de su sonido previamente lúdico y sencillo, adoptando un estilo de synthpop más duro y atrevido influenciado por géneros como el post-punk (como el coldwave) y el EDM con infusión industrial (como el Hi-NRG). Aunque Girl With No Face nos presenta una experiencia dance-pop y synthpop, esta no es brillante y multicolor, sino que más bien nos recuerda a entrar en un club nocturno gótico: a lo largo de 11 temas, nos ofrece diferentes toque inquietantes, cultivando una atmósfera nocturna y nihilista en una montaña rusa a través de las partes más oscuras del paisaje mental de Allie, transcritas con su característico ingenio sardónico.
El viaje comienza con Weird World, una pista que nos cautiva con su encanto synth-pop, letras en alemán salpicadas por allí y su ritmo dance, elevado por la inquietante voz de Allie, que nos transporta al mood del álbum. La canción principal, Girl With No Face, la envuelve en tonos siniestros que recuerdan a Depeche Mode, y transmite una sensación de presentimiento con la voz delicadamente exagerada de la canadiense, quien nos regala uno de los mejores momentos del álbum con Off With Her Tits, que eleva el disco al siguiente nivel por la caja de ritmos y el bombardeo techno de un coro irresistible que parece haber sido hecho para un épico lipsync en RuPaul’s Drag Race. Más adelante, John and Jonathan se adapta bien al ritmo del álbum y la pieza se siente ligeramente atormentada por su propia sombra. Galina es un poco más pop, pero no se siente perdida en esta visita un poco gótica a los 80s de Allie, que con Hardware Software nos da dos minutos y medio gloriosos de arreglos antes de que aterricemos en los temas Black Eye y You Slept On Me, otra pista que juega con el retrofuturismo del synthpop de manera deliciosa hasta que llegamos a la nostalgia y sutileza de Saddest Smile, que juega con los sintetizadores seductores de Giorgio Moroder y la melancolía de Cocteau Twins. Staying Power tiene una letra llena de fuerza y empoderamiento bañada en neón, y el disco cierra en un tono optimista con Truly Dreams, en donde Allie nos canta: I keep dreaming / And if it’s not enough then / I’ll just keep my hopes and dreaming / With all my might, just listen / Truly dreams never die / They never die.
En Girl With No Face, Allie X brilla por su ingenio vocal y como una letrista astuta en medio de un experimento divertido, rebelde y sonoramente exquisito. Cualquier otra atrista podría perderse en la una nube de nostalgia, laca y delineador, pero la confianza y la composición de estos 11 temas demuestran que Allie X en los 80s es un concepto lo suficientemente fuerte como para hacer de este disco una prueba exitosa, especialmente cuando se encargó de hacerlo todo sola. Su sentido del humor y su deseo de recorrer el camino más bizarro juegan a favor de Allie aquí: mientras que las pop girlies del mainstream flirtean con el disco y el house, Allie se cae a cachetadas con los orígenes del post-punk en un disco cuyos mejores momentos llegan cuando no se toma tan en serio. Con una gira por delante que la llevará por Norteamérica, no dudamos de que Allie se encargará de sacar de sus ataúdes y criptas a los tímidos goths que se encuentran entre sus fans, y si bien es cierto que pudo haber profundizado mucho más en la oscuridad, en la ira y el dolor, nos gusta que nos recuerde que también es bueno soñar. Mientras profundiza en su talento y sus capacidades en este próximo tour, esperamos ver a una Allie más madura, más divertida, y sobre todo más atrevida: ya probó lo que puede hacer cuando se convierte en una chica sin rostro.
Disfruta de Girl With No Face en su totalidad a continuación.
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