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Q&A con el fotógrafo y bajista de Los Tres, Titae: “Uno toma fotos de lo que le toca vivir no más”
Roberto "Titae" Lindl. Foto: We Are VAIA

Q&A con el fotógrafo y bajista de Los Tres, Titae: “Uno toma fotos de lo que le toca vivir no más”

Words Francisco Vergara

Roberto Lindl Moreno, o “Titae”, como es mejor conocido, nos sorprende nuevamente con una colección de fotografías que se sienten como si hubiesen sido tomadas con el corazón. El multifacético artista reactiva su figura autónoma de artista, entregando una serie de imágenes que circulan por diversos pasajes de lo que son sus experiencias recorriendo el mundo, un imaginario visual que juega en el límite de la fantasía y el documental.

Ciudades, infraestructuras, distorsiones, autorretratos y otros bagajes capturados por el músico ícono de la creación nacional, serán expuestos bajo el trabajo curatorial del equipo de Galería CIMA, quienes, en conjunción a la muestra, durante los días de exposición, preparan una fuerte agenda de visitas gratuitas al espacio ubicado en el corazón de Santiago. La obra será presentada entre el 21 y el 23 de junio con acceso liberado, previa inscripción en la página.

En el contexto del proyecto que prontamente abre sus puertas a toda la comunidad, un sábado de otoño en casa de “Titae”, MOR.BO, conversó en exclusiva acerca del proceso de gestación de la muestra, asuntos que van más allá de lo técnico, donde se reflexiona sobre lo artístico del trabajo inspirado por la vida en un sentido amplio.

“Titae”. Fotografía: Roberto "Titae" Lindl
“Titae”. Fotografía: Roberto “Titae” Lindl

Cuéntame acerca del nombre de la obra. ¿Cómo surgió la propuesta de la exposición? 

Esto surgió más que nada por los dueños de la galería. Somos grandes amigos desde hace mucho rato y en nuestras tertulias yo siempre uso esa frase, Digamos las cosas. A lo largo de la noche lo diré como unas 30 veces. Y en realidad no sé si tenga tanta conexión con la fotografía pero lo que uno fotografía es pasarlo por un cedazo. Es una interpretación de todo esto que está al lado de nosotros. La serie que se presenta en esta exposición es como un paso por mi vida. Llevo 30 años conscientes de esto, porque hasta los 20 no sacaba fotos. Tenía una costumbre de tener un sobre con fotos nuevas recién reveladas. Decir las cosas es una cosa media surrealista, un poquito ridícula, pero a través del papel, una silla, por ejemplo, es una interpretación.

He tenido la oportunidad de ver la exposición y no nos encontramos con grandes paisajes naturales ni monumentalidades, sino que con espacios cotidianos o urbanos de tus rutas. ¿Cómo es retratar este mundo de las cosas en oposición a estas cosas como naturales, el paisaje o el océano?

Tiene que ver con la vida que llevaba yo. Uno se encapsula mucho en todo este trabajo de ensayos, aviones y hoteles. Yo conozco bastante el mundo, pero más las habitaciones de los hoteles o los teatros. Creo que México es el lugar que más conozco porque ahí nos quedamos un mes y teníamos cinco días libres, entonces ahí uno salía con la cámara a tomar otras fotos. Pero las fotos son un retrato de eso, de estar enclaustrado, en espacios chicos. Mi padre era fotógrafo y la cantidad de álbumes o libros de fotos que había en mi casa en Concepción era abundante. Ahí había cosas monumentales, importantes e imponentes, pero uno toma fotos de lo que le toca vivir no más. Yo no ando en busca de la foto, puede estar acá en esta misma cocina.

“Tiene que ver con la vida que llevaba yo. Uno se encapsula mucho en todo este trabajo de ensayos, aviones y hoteles. Yo conozco bastante el mundo, pero más las habitaciones de los hoteles o los teatros. Creo que México es el lugar que más conozco porque ahí nos quedamos un mes y teníamos cinco días libres, entonces ahí uno salía con la cámara a tomar otras fotos”.

Pero sí le das una oportunidad a esos recuerdos…

Claro, pero son recuerdos y súper importantes. Ahora que estaba viendo los negativos, hay muchas cosas que quedaron afuera, pero eso es lo entretenido de hacer esta exposición. Con el curador vemos algo más específico y que tenga un relato. Pero tengo suficientes fotos para hacer otras cosas o tomarlo por otro lado. Todo por el volumen de fotos que sacaba yo. El método para entretenerme en todas estas van, por ejemplo, era sacar fotos, sino todo era muy tedioso. La vida del rockero podría ser aburrida también. A veces estábamos todo el día haciendo radio, cinco días de la semana. ¿Qué podías hacer de entretenido aparte de escuchar música?, sacar fotos. Lo interesante es que uno no sabía lo que iba a resultar, porque yo las mandaba a revelar en mi casa en Lyon. Recién veía el resultado dos semanas después de haberlas tomado y eso es súper entretenido. Ahora no, la sacas y la ves. Hay mucho de ese proceso que era muy especial.

“Titae”. Fotografía: Roberto "Titae" Lindl
“Titae”. Fotografía: Roberto “Titae” Lindl

¿Qué te parece que la producción de imágenes en el campo digital esté tan a la mano, y que esta vez te detengas a exponer un mundo análogo a través de los recorridos visuales que has tenido?

La música es el paralelo. Hoy día se hace música con todos los aparatos modernos y es tan buena como la otra. Solamente es una cosa de gustos. La de ahora es más inmediata y puedes ver mucho más rápido lo que es bueno. Sería mucho más entretenido revelar con esa misma rapidez, pero todas las cosas tienen su pro y contra.

En entrevistas anteriores hablaste sobre tu aporte visual o fotográfico del arte de la fotografía en los clips, sobre todo en aquellos que tuvieron su boom a finales de los 90. ¿Cómo es rever esa línea visual con tu nombre?

Hubo un tiempo en que nosotros nos metimos hartos en los clips y yo estaba muy influenciado por Luis Buñuel. Anotaba el encuadre, el surrealismo de eso. Estaba muy metido y eso me influenció para aportar ideas para los clips y también viendo ese tipo de encuadres y libros. Más que nada la fotografía blanco y negro. Esos estaban en mi casa. Había anuarios con fotos en donde mostraban todo lo que pasaba en el año fotográficamente, entonces eso estaba en mi casa. Mi padre revelaba fotos, entonces esto es la reivindicación de la cotidianidad de tomar fotos y que hay algo artístico en eso también. Es una manera de hacer arte y que es muy válida.

Cuando se lanzó el libro de fotografía de Los Tres dijiste que no necesariamente ibas a ser un fotógrafo o que no querías comprometerte como con ese apellido, pero ahora esto te lleva a que te podríamos direccionar a eso. Aunque creo que ahora es mucho más abierto…

Sí. Hay gente que se dedica a la música y no es músico. Y en general, a estas alturas del siglo, ya da lo mismo. En general no me dedico a esto, eso quise decir, pero de repente uno sin querer le achunta a cosas. Yo soy muy modesto en esto y en la música. Estamos de paso, algo nos lleva a hacer esto o hacer música. Esto es muy natural. Yo hago música hace 40 años y la fotografía es así también. Ahora he asimilado eso y me encanta hacer este tipo de cosas como la exposición porque tiene un sentido, ya no me enrollo tanto.

“Lo del rockstar chileno no le doy tanta bola. Me honra que les guste la foto. Cuando me fui desarrollando como fotógrafo, me compré mejores cámaras y empecé a encuadrar mejor, pues me fui desarrollando y surgieron fotos nuevas”.

¿Qué te parece la producción artística nacional en la fotografía o la música?

Los show están siendo cada día mejores en relación a cuando nosotros empezamos en esta movida. Todo era más paupérrimo, ahora cualquier grupo puede tener buenas visuales, buen sonido y escenario. No sé si están pagando igual de mal, pero es todo un sacrificio dedicarse a la música y el arte, pero es lo que nos tocó. A mi afortunadamente me va súper bien y siempre he formado estas conexiones con gente de todos lados, como bajista tenemos esa cosa que podemos ser mainstream y estar en varias cosas a la vez. El haber tocado con tanta gente, como DJ, o desde el rock, el jazz, o el folclor, te da un espectro grande de recorridos, y eso también es una maleta llena de fotos que tengo en el segundo piso, que no la he abierto. Son 30 años de carrera de todos estos grupos en los cuales toqué. Hay mucho material para seguir investigando, porque quiero hacer otro libro de aquí a cinco años.

¿Cómo se ve el montaje de la exposición? ¿Qué va a comunicar este conjunto de fotos?

Yo espero lo mejor porque me dejo ir. Me encanta hacer este tipo de cosas, ahora estoy preocupado de la cosa musical porque debe haber música en la galería, pero confío en el equipo. Lo entretenido es hacer esto y que sea una fiesta, no estoy urgido por las fotos porque ya están. Además el montaje va estar mortal, en general hay que delegar porque a lo que yo le pego es al bajo y sacar fotos. Pero no soy tan caperuso en esas otras cosas. Ahora estoy sacando una línea de un vino, haciendo la etiqueta de eso. El vino se llama Titae. Siempre a estas alturas, yo teniendo 51 años, siguen apareciendo cosas y eso me gusta. Me llamó Zaturno para tocar, toqué con Bitman. No soy muy trabajólico, me encanta el ocio. No soy un hueón que tenga que estar todo el día haciendo cosas, pero siempre pasan cosas que son producto de haber estado con tanta gente.

“Titae”. Fotografía: Roberto "Titae" Lindl
“Titae”. Fotografía: Roberto “Titae” Lindl

Pero con la exposición te inscribes en un circuito de muestras de fotos…

Exacto. Yo ya había hecho una exposición para el Festival Inedit, fue cuando se dio un documental de Los Tres y en el hall hice una exposición súper buena, estuvo increíble. Pero me honra que piensen en mí para hacer eso, lo encuentro mortal.

Hoy existe una dualidad, ya que como fotógrafo eres emergente. ¿Cómo llegas la ambigüedad en tu formidable posición de rockstar chileno?

Sí, lo del rockstar chileno no le doy tanta bola. Me honra que les guste la foto. Cuando me fui desarrollando como fotógrafo, me compré mejores cámaras y empecé a encuadrar mejor, pues me fui desarrollando y surgieron fotos nuevas. No me enrollo tanto con nada.

Pero sí, esto te permite re actualizarte, sabiendo que el público objetivo son personas de 25 años que te dan una lectura nueva.

Sí y me refresca a mí también. Igual con Los Tres pasa algo similar. Nuestro público también se ha ido renovando, mostrar esto es muy entretenido. Es una aventura, es todo un evento y debe ser entretenido. Sin dármelas de intelectual, solo quiero que lo pasen bien y que sea un acontecimiento.

¿Qué te parece que el área de las artes visuales no tenga una política de difusión similar a la de radiodifusión?

Yo creo que depende de cada lugar. Nunca he visto una exposición en el Bellas Artes que hagan campañas de prensa. En Chile es súper penca esa hueá. No le ponen color, es súper poco explotado, hay que publicitarlo como un evento. Sacar un afiche o hacer radio, sería muy entretenido que fuera mirado así. No creo que tenga que haber una ley, tienen que hacerlo. Es una hueá de producción del museo o una galería.

¿Te gustaría que hubiese iniciativas como exposiciones que conmemoren el arte de los discos?

Puede ser. Hay que organizarlo, pero no sé quién podría hacerlo. Pasa que en Chile el arte es muy ninguneado. Toda la gente prefiere la música de afuera que la de acá. Por lo menos hicieron un libro sino me equivoco.

¿Y ahora, por ejemplo, cambiarán tus perfiles en la red, como los que aparecen en músicapopular.cl … Vamos a encontrarnos con la línea de producción fotográfica también?

No creo, no sé. No lo he pensado fíjate. Mira lo que me gustaría es hacer un par más, una en Concepción y otra por ejemplo en Bahía Inglesa. Algo que no pude hacer con la exposición pasada, la gente que está en galerías siempre buscan cosas demasiado serias y profundas. No todo tiene que ser tan sagrado, eso le falta al arte en Chile. Quiero guardar esto hacer la exposición con una fiesta. Tampoco tengo mayor proyección, tengo algo por hacer, sin duda. Nadie sabe si quizás me tomo un año sabático con Los Tres y empiezo con otro libro.

¿Con fotos análogas o digitales?

Siempre análogas, no sé qué me pasa con las digitales. Me crié con esto, además con las antiguas sabes que tienes un margen no sé de 36 fotos, en cambio con las otras puedes sacar cinco mil y no sé. Tener demasiado de algo no es bueno, con la análoga piensas mejor la foto.  

Igual hay una valoración al recuerdo…

Siempre. La fotografía es eso, recordar el momento. Todos los días son diferentes.

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