Princess Nokia, la rapera queer de Nueva York con flow radical, independiente y feminista

Princess Nokia es una rapera estadounidense que consiguió un escape a su traumática niñez escribiendo música que, años después, la convertiría en una de las artistas independientes más influyentes de la escena.
En el 2010 publicó por SoundCloud su primera pista Destiny, y en el 2014 compartió el mixtape Metallic Butterfly, que le dió suficiente notoriedad underground para cantar en shows en Nueva York. Luego estrenó otros dos proyectos: Honeysuckle (2015) y 1992 Deluxe (2017), su primer disco de estudio que la ayudó a recibir muchas ofertas de disqueras, las cuales rechazó para seguir creando música a su gusto, y el año pasado, estrenó A Girl Cried Red, su tercera mixtape.
Destiny Nicole Frasqueri nació en Nueva York y es la hija de padres puertorriqueños. Su gusto por la música se manifestó desde muy pequeña y sus padres biológicos la ayudaron a cultivar la pasión por las letras, pues ellos mismos eran fanáticos del hip-hop. Adicionalmente, desde los seis años, estuvo expuesta al heavy metal gracias una niñera gótica que incluso le enseñó historia de la música rock. “Era la persona más genial para estar cerca. La veía fumar cigarrillos y escuchar a Rob Zombie, que era escandaloso y me encantaba. Crecí en un hogar liberal donde todos amamos todo tipo de música. Mis tíos escuchaban los Red Hot Chili Peppers, pues en mi familia el rock no se consideraba una mierda de chicos blancos. Mi niñez fue radical, fue divertida, fue agresiva y tenía un tono que hacía juego con mi corazón”.
“Crecer en los 90 fue lo mejor para mí. Escuchando metal con mi niñera gótica, bailando con Kriss Kross, pasando el rato y escuchando música en las fiestas de la calle de mi casa, las caricaturas que veía, viendo representación negra y latina en Nickelodeon y Disney Channel, ir al campamento de verano; oh, Dios, es tan vívido, tan significativo”.
No obstante, su vida daría cambios que la moldearon mucho más que la música rock que influenció su infancia, pues su padre abandonó el hogar y ella y su hermana quedaron solas con su madre y su abuela.
Frasqueri explicó en el documental del 2017 DESTINY, dirigido por Orian Barki y producido por The FADER, que su abuela era el pilar de su vida. Al poco tiempo, su madre murió por complicaciones relacionadas con el SIDA y pocos años después, su abuela falleció y las hermanas fueron separadas y puestas en hogares adoptivos. Desde los 11 años, vivió con una maestra de primaria que la golpeaba y la insultaba. Frasqueri relató en el mismo documental que nunca pudo denunciar a la mujer como agresora por miedo, incluso cuando, a los 12 años, un día antes de la foto escolar, la abusiva mujer la golpeó y le dejó un ojo morado, y tuvo que ponerle maquillaje para poder salir en la foto.
“Cuando mi abuela murió y fui a vivir con una mujer que no era la persona más amable del mundo, mi vida se hizo añicos y cambió. No me gustaba la música que estaba en la radio, no usaba las cosas lindas que usaban las chicas en ese momento, vestía ropa holgada, y luego la pubertad golpeó y tuve que bloquear inconscientemente muchas cosas que estaban sucediendo en ese momento, así que todo lo que tengo son recuerdos de los años 90”.
El punto de quiebre para Frasqueri llegó tres años después del incidente del ojo morado. “A los 15 años pensé que había sufrido lo suficiente”, afirma. “Tenía tres dólares en mi bolsillo y un teléfono celular Nokia con 70% de batería y me fui. Busqué a mi hermana y las dos nos fuimos a vivir con mi papá. Ese fue el comienzo de Princess Nokia”.
En una entrevista con Billboard Magazine, Princess Nokia cuenta como otro paso importante en su vida fue cuando se declaró abiertamente lesbiana y adoptó la cultura queer, la cual tiene grandes influencias en su música. “La cultura queer me fue presentada a una edad muy temprana. Me la presentaron con una faceta semi positiva porque nadie en mi familia es remotamente homofóbico o de mente cerrada. Siempre habíamos tenido una familia extensa que era queer. Entonces la identificación de lo queer estaba en mi propio ser. Crecí en Nueva York, donde ese tipo de presentaciones y normalidades son bastante comunes”.
Para una entrevista con The Guardian, Princess Nokia cuenta cómo aceptar la cultura queer fue más bien “como regresar a mis raíces musicales”, ya que “al crecer, amaba a Boy George, George Michael, Annie Lennox, Queen, Freddie Mercury, Celine Dion, Barbra Streisand y Diana Ross”.
“Recuerdo que tenía una tía que coleccionaba Barbies, así que entendí quién era Bob Mackie desde muy temprana edad. Es algo que siempre estuvo a mi alrededor. A través del arte, la cultura, la música, el baile, el cine. Leí Disco Bloodbath cuando tenía 13 años. Todo lo que pude conseguir que era gay o queer, lo hice”.
Su última producción discográfica, A Girl Cried Red, tiene ocho pistas y cuenta con colaboraciones de artistas como Tony Seltzer, Adrian Lau, Czarquan y FLEXATELLI. Cada una de las pistas es un capitulo en la vida de la artista, quien se sintió motivada por las fachadas que vive la gente en las redes sociales. “Quería romper con todos y cada uno de esos falsos esquemas con mis canciones”, afirmó en una entrevista.
Princess Nokia es una rapera ferozmente independiente con una agenda feminista y seguidores en constante crecimiento. Su último lanzamiento fue el vídeo Sugar Honey Iced Tea (S.H.I.T.), que fue dirigido por Emma Westenberg y rinde homenaje a la cultura ball de Nueva York.
El tema formará parte de su segundo LP titulado Sugar Honey Iced Tea (S.H.I.T.), que estará disponible el próximo año. “La única forma en que se puede hacer que algo funcione realmente es ser uno mismo y tener un carril, y no hay nadie en mi carril”, declaró al The Guardian. “No hasta que una dulce niña de 17 años salga de la escuela secundaria y haga lo mismo que yo y siga el camino que ya tracé. Eso es importante y quiero eso”.
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