Si has escuchado a Gracie Abrams, sabes que con sus letras profundamente personales y melodías cautivadoras, esta joven artista ha logrado conectar con millones de oyentes, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Su estilo, que fusiona elementos de pop indie y folk con una producción minimalista pero efectiva, se ha encargado de crear un espacio íntimo donde las emociones más crudas se convierten en canciones que resuenan con experiencias universales. La vulnerabilidad lírica y la autenticidad son las señas de identidad de Abrams, cuya capacidad para transformar sus vivencias personales en arte ha captado la atención de la industria musical y de figuras como Taylor Swift, y hoy es la protagonista de nuestro RIOT.

Gracie Madigan Abrams nació el 7 de septiembre de 1999 en Los Ángeles, California, siendo hija del reconocido director de cine J.J. Abrams y la productora Katie McGrath. Su viaje musical comenzó temprano, cuando a los 8 años empezó a tomar lecciones de batería, para luego descubrir su pasión por la composición a los 13. Creció en un ambiente creativo que nutrió su vocación artística, desarrollando una sensibilidad única para la narración musical. En una entrevista con Office Magazine, Abrams reveló sobre sus influencias: “Creo que todo a lo que he estado expuesta ha influido en mi sonido y espero que siga desarrollándose a medida que vivo y respiro. De pequeña me encantaban los musicales, así que puede que en parte sea de ahí de donde me enamoré de contar historias en las canciones”. 

La carrera profesional de Abrams despegó en 2019 cuando firmó con Interscope Records y lanzó su sencillo debut Mean It. Su primer EP, Minor (2020), la posicionó como una promesa del pop alternativo, atrayendo la atención de figuras como Lorde. Le siguió su segundo EP This Is What It Feels Like (2021), que consolidó su creciente base de fans. Sin embargo, fue su álbum debut Good Riddance (2023) el que la catapultó al reconocimiento mainstream, consiguiéndole una nominación al Grammy como Mejor Artista Nuevo. Durante este período, Abrams también colaboró con Noah Kahan en una versión remezclada de Everywhere, Everything, marcando su primera entrada en el Billboard Hot 100. 

El segundo álbum de Abrams, The Secret of Us (2024), representó un paso adelante en su evolución artística, pues exploró más profundamente los terrenos del indie pop y el folk-pop, mientras mantenía la honestidad lírica característica de la artista. El álbum incluye la colaboración Us con Taylor Swift, que fue nominada al Grammy por Mejor Interpretación de Dúo/Grupo Pop, mientras que el sencillo That’s So True se convirtió en un fenómeno. Abrams ha hablado abiertamente sobre su enfoque creativo en canciones como estas en una entrevista con Women in Pop, donde expresó: “Me da más miedo sacar una canción que no me parece honesta que sacar una canción que comparta demasiado de mí”, demostrando que esa autenticidad emocional es la clave de su identidad artística, algo que resuena con una generación que valora la transparencia.

La popularidad de Abrams ha crecido exponencialmente en los últimos años: su participación como telonera en la monumental gira Eras Tour de Taylor Swift (2023-2024) la expuso a audiencias masivas, por lo que la artista ha desarrollado una fuerte conexión con sus fans, creando una comunidad que se identifica profundamente con su música, especialmente porque puede hacer magia inspirada incluso en momentos breves de conexión. “Las personas y mis relaciones con ellas [son mi fuente de inspiración]. Es una broma, porque he escrito algunos de mis [temas] favoritos basándome literalmente en interacciones de un minuto con personas de las que no sé nada. Creo que soy una persona muy romántica, por desgracia”. 

Mirando hacia el futuro, Gracie Abrams ya está trazando su próximo capítulo musical. En abril de 2025, la artista reveló sus planes inmediatos en una entrevista con Billboard, diciendo que ya se encuentra trabajando en nueva música tras el éxito de That’s So True. Conociéndola y tomando en cuenta su constante búsqueda de autenticidad, estamos seguros de que el próximo material de Abrams seguirá explorando las complejidades de las relaciones humanas y las experiencias personales que han definido su trabajo hasta ahora, especialmente en sus performances en vivo. “En parte es enfrentarme al miedo a actuar con el que crecí y la otra mitad es la incredulidad de conocer a gente nueva cada noche y sentir una conexión inmediata con todos ellos. Cada espectáculo es como una reunión familiar”. Esta combinación de vulnerabilidad, gratitud y conexión genuina con su audiencia promete seguir siendo el corazón de la carrera de Abrams en los años venideros, y no podemos esperar a escuchar qué más nos traerá.

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