MOR.BO RIOT: COBRAH, la lesbian queen sueca que crea bangers dance pop inspirados en látex y cadenas

Imagínate a una sueca con cabello platinado por el peróxido y curvas exuberantes atada con látex y cadenas que crea un punto dulce entre el hyperpop, el house y el synth-pop transgresor que caracterizó a la escena electroclash de principios de los años 00. De esta manera, las composiciones de esta artista sueca están repletas de ritmos de látigo, sintetizadores limpios, líneas de bajo que te estremecen hasta los huesos y barras brillantemente pegajosas y rapeadas que la ven afirmar firmemente su estatus de dominatrix. Es un sonido que estrenó en 2019 y que ha venido desarrollando no solo como un experimento, sino como su identidad: hablamos de Clara Blom Christensen, mejor conocida como COBRAH, quien un día dejó atrás su vieja vida para meterse de lleno en la escena fetichista de Estocolmo y darnos un poco de música para quienes sean lo suficientemente valientes para disfrutar de su vida como ella, pues no tiene ni tiempo ni ganas, y mucho menos carácter para decir o cantar lo contrario de lo que piensa. Hoy, es nuestra protagonista de RIOT.

Clara Blom Christensen nació en Estocolmo hace 25 años, y en algún momento de su vida, pensó que iba a dedicar su vida a ser una maestra de primaria. Sin embargo, siempre tuvo una parte rebelde que solía esconder de su familia. “A mi madre no le gustaba nada que fuese gótica”, cuenta en una entrevista sobre sus aventuras adolescentes a los 14 años. “Solía esconder toda mi ropa gótica en mi mochila y me la ponía detrás de un garaje de camino al colegio, y luego me volvía a poner la ropa del colegio de vuelta a casa”. Una década más tarde, esta Clara dejó de ocultar sus pasiones en la sociedad educada. De hecho, las pone literalmente en primer plano en su trabajo como COBRAH, un proyecto pop multidisciplinario que se alimenta directamente de la floreciente escena fetichista de Estocolmo.

“En realidad, todo comenzó cuando me enrollé con una fotógrafa que estaba muy, muy metida en la escena fetichista. Había una barra de striptease en la cocina y un columpio en el salón, y ella tenía toda una habitación llena de látex. Así que me lo probé y me dije: ‘Mierda, esto es genial'”. Así, curiosa con todo el asunto, terminó yendo al legendario club fetichista Dekadance para actuar en una de sus fiestas, y poco después se vio inmersa en la escena. “Recuerdo que me había comprado mi primer traje de látex y caminaba entre la multitud, y nos pegábamos los unos a los otros, ya sabes, látex contra látex… Era simplemente esta increíble experiencia de ser libre dentro de esta estética tan genial”. Su amor por la escena va más allá del kink, pues para ella, se trata de la libertad de expresión. “Siento que todos crecimos con una sensación similar de no encajar, y ahora todos tenemos este espacio para ser freaky, ya sea en el sexo o no. Es diferente para cada uno, pero es este espacio seguro para cobrar vida”.

También subraya la influencia de la estética fetichista en su forma de componer. “Muchas de las texturas que utilizo vienen de esa escena. Ya sabes, el sonido del látex y de las cadenas: todo eso se traslada a la música”. Desde el 2018 viene trabajando en el proyecto, que se dio a conocer con el single de 2019 IDFKA, y que ha seguido desarrollando junto a su colaborador de siempre Gusten Dahlqvist, a lo largo de dos fantásticos EP, el más reciente de los cuales salió en mayo del 2021. Esta antigua profesora de música, fundadora de su propio sello GAGBALL records, conoce bien las técnicas del teatro musical y ha estudiado los misterios del género. Además, domina su universo de la A a la Z: desde las composiciones, pasado por las letras, su propio look, su publicidad, sus contrataciones… Es la jefa. Algo normal cuando conoces sus influencias: Kate Bush, Marina Abramović, Amanda Palmer, Sevdaliza, Brooke Candy y más.

“Cuando publiqué mi primer EP, descubrí muchas comunidades y géneros musicales diferentes que no conocía antes, como PC Music. Al hacer el segundo EP, fue como, ‘Ahora que he acumulado todo este conocimiento: ¿dónde estoy yo en todo esto? ¿Quién soy yo? ¿Cuál es el hilo conductor?”. Para ella, es lograr ser una artista multidisciplinaria, que combina lo teatral con la positividad sexual. Sus letras son un reflejo auténtico de sí misma, y en ellas habla con franqueza de sus experiencias sexuales (como en temas como Good Puss o Gooey Fluid Girls), que espera que ayuden a ver a personas como ella de manera normal. “Quiero normalizar la identidad queer de una manera muy informal”, explica. “Porque sentía que la gente me identificaba como una lesbiana que casualmente también hacía música. Y ese es el orden equivocado de las cosas: Quiero ser una gran músico, a la que también le gustan las mujeres… Y la mayoría de la gente en general”.

¿Su próximo objetivo? Conquistar al mundo mientras amplía sus horizontes creativos. “Ya no quiero ser una artista independiente… quiero mudarme a Los Ángeles. Quiero tener una mansión y hacer toda la cosa de artista mainstream”. Para ello, dejó caer recientemente su single Brand New Bitch luego de una exitosa gira acompañando a Charli XCX. “Estoy mucho más segura de mí misma, y quiero que la gente sienta esa confianza por sí misma cuando la escuche. Quiero que sientan que pueden hacer lo que quieran, vestirse como quieran, darse un capricho”. Sobre todo, COBRAH quiere ayudarte a cambiar cómo piensas.

“Es importante provocar lo que la sociedad considera bello en todos los aspectos. Sobre todo, es importante ser fiel a uno mismo y a su visión”. Si hay alguien puede sacudir el sistema, COBRAH puede hacerlo.