El festival Sónar, que se celebrará del 12 al 14 de junio en Barcelona, se enfrenta una crisis tras la cancelación de su participación por parte de medio centenar de artistas y colectivos debido a la relación del evento con el fondo de inversión proisraelí KKR, vinculado a inversiones inmobiliarias en territorios palestinos. La organización del Sónar ha reconocido públicamente estas bajas y ha hecho pública la lista de artistas y colectivos que han decidido no participar en esta edición. 

Entre los artistas que han cancelado su presencia no figuran cabezas de cartel, pero sí nombres como ABADIR, Juliana Huxtable, DjSport, y Sara Persico, entre otros. Además, varias instituciones y expositores vinculados al Sónar + D, como la Universitat Pompeu Fabra y Barcelona Design Week, también han retirado su participación, lo que afecta la programación paralela del festival. Huxtable fue una de las artistas que emitió un comunicado oficial, informando de su decisión de no participar en el evento, destacando que la “complicidad internacional permite el genocidio de Israel contra los palestinos en Gaza y, por lo tanto, nos oponemos a la participación de corporaciones cómplices en nuestros festivales y recintos. Sónar es uno de los 80 eventos propiedad de Superstruct Entertainment, que a su vez ahora es mayoritariamente propiedad del gigante de capital privado KKR, que está profundamente implicado en el genocidio de Israel en Gaza”.

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El Sónar ha respondido a la polémica con un comunicado en su web en el que expresa su solidaridad con la población de Gaza y condena el genocidio que atribuye a Israel, asegurando que “ni un solo euro del festival” se destina a KKR ni a ninguna acción relacionada con Gaza. La organización explica que todos los beneficios se reinvierten en futuras ediciones y que no tienen control sobre los cambios accionarios que han llevado a la entrada de KKR como inversor principal en la empresa matriz Superstruct, propietaria del festival.

Para intentar mitigar el impacto de las cancelaciones, el Sónar está trabajando en cubrir los huecos en la programación y ha anunciado que permitirá al público mostrar símbolos de apoyo al pueblo palestino, siempre dentro del marco legal vigente. Además, está estudiando la posibilidad de reembolsar las entradas a quienes decidan no asistir por el rechazo a la vinculación con KKR, aunque puntualizan que no están obligados a hacerlo, y las solicitudes se evaluarán individualmente.

El festival también ha ofrecido el escenario Stage+D para abrir un debate sobre la relación entre la cultura y los fondos de inversión, abordando preguntas sobre la posibilidad de una cultura fuera del capitalismo, el papel de los actores culturales frente a injusticias como el genocidio en Gaza, y la ética en el sector cultural. Finalmente, el Sónar ha reiterado que su relación con Superstruct es solo administrativa y que no mantienen vínculo directo con KKR, enfatizando que los ingresos y beneficios permanecen dentro de la empresa para el desarrollo de los festivales. 

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