Las autoridades rusas han condenado a más de 100 personas por “extremismo” relacionado con la comunidad LGBTQI+ desde la entrada en vigor en enero de 2024 de una ley que prohíbe el llamado “movimiento internacional LGBT”, declarado organización extremista por la Corte Suprema de Rusia en noviembre de 2023. Esta legislación criminaliza cualquier forma de activismo o expresión pública vinculada a los derechos LGBTQ+ en el país.

Según Human Rights Watch, la mayoría de las condenas (98) corresponden a infracciones administrativas o menores, mientras que tres implican responsabilidad penal. Entre los casos reportados, se incluyen desde detenciones por exhibir símbolos como la bandera arcoíris hasta sentencias de prisión, como la primera condena a seis años en Siberia por “extremismo LGBT” dictada en febrero de 2025. Esta persona ya cumplía una condena previa y ahora suma un total de 15 años de prisión.

Hugh Williamson, director para Europa y Asia Central de Human Rights Watch, denunció que las autoridades rusas están utilizando el sistema judicial para imponer una “cruzada draconiana” que busca marginar y censurar a las personas LGBTQI+, violando sus derechos a la libre expresión, asociación y no discriminación. La organización también ha identificado un aumento en las solicitudes de ayuda para salir del país y obtener asilo por parte de activistas y defensores de los derechos LGBTQI+ tras la prohibición.

El gobierno ruso ha intensificado la persecución con medidas adicionales como la creación de una base de datos electrónica de personas LGBTQI+, y la aplicación de leyes anti-propaganda que han llevado a detenciones masivas en clubes, encarcelamientos de empleados de bares, expulsiones universitarias y censura de contenido inclusivo en aplicaciones. Casos recientes incluyen multas por usar símbolos relacionados con la comunidad y la muerte sospechosa de un hombre acusado de gestionar una agencia de viajes queer mientras estaba detenido.

La prohibición del “movimiento internacional LGBT” ha cerrado espacios de reunión y apoyo comunitario, con al menos tres organizaciones LGBTQI+ que han cesado sus actividades para evitar represalias. La medida ha provocado también redadas policiales en clubes y un aumento en la autocensura dentro de la comunidad, que ahora opera en condiciones más clandestinas. Tanto Human Rights Watch y otras organizaciones internacionales han instado a los gobiernos extranjeros a presionar a Rusia para que detenga la persecución y a ofrecer refugio seguro a quienes huyen por su orientación sexual, identidad de género o por apoyar los derechos LGBTQI+.

Share Twitter Facebook Whatsapp Copy link

Despues de leer, ¿qué te pareció?