Hablar con otra persona, incluso si esa persona es un extraño, mejora el estado de ánimo y el bienestar de las personas más que pasar tiempo frente a una pantalla o pasar tiempo sentado tranquilamente solo, encontró un nuevo estudio. Investigadores de la Facultad de Artes y Ciencias Franklin de la Universidad de Georgia también descubrieron que incluso si una conversación con otras personas mejoraba más el estado de ánimo de las personas, originalmente habían asumido que disfrutarían más desplazándose en sus teléfonos.

La estudiante de doctorado y autora principal Christina Leckfor dijo: “Cuando las personas están en el mundo real, tienen estas opciones”, según UGA Today, un sitio de noticias de la Universidad de Georgia. “Estábamos interesados en tener una idea de cómo las personas comparan sus opciones, tanto en términos de cómo esperan sentirse como de cómo se sienten realmente después de hacer estas cosas”, agregó. El estudio fue publicado en el Journal of Social Psychology.

Para comprender esas percepciones, los investigadores separaron a los participantes del estudio en cuatro grupos. Dos grupos predijeron cómo se sentirían ante diferentes acciones y dos grupos completaron las acciones asignadas. Luego, todos los grupos clasificaron las opciones de más a menos agradables para calificar la probabilidad de que experimentaran la correspondiente emoción positiva o negativa. Leckfor dijo: “Pensamos que la gente podría subestimar cuánto disfrutarían hablando con un extraño y sobreestimar cuánto disfrutarían usando sus teléfonos inteligentes… Las conversaciones con otras personas aumentaron las emociones positivas en unos cinco puntos”.

Cuando a los participantes se les dieron tres opciones (usar un teléfono inteligente, sentarse solo o hablar con un extraño), la conversación con la otra persona tuvo el “mayor valor emocional positivo” en ambos grupos. Usar un teléfono inteligente quedó en segundo lugar, mientras que sentarse solo quedó en tercer lugar. Pero cuando se les dieron tareas específicas en el teléfono inteligente, como mirar videos, desplazarse por las redes sociales o enviar mensajes de texto, además de hablar con otras personas o sentarse en silencio, los participantes dijeron que disfrutarían más viendo videos. A esto siguió hablar con un extraño, usar las redes sociales y luego enviar mensajes de texto. Sentarse solo una vez más ocupó el último lugar.

Desde un punto de referencia promedio de 52,2 sobre 100, las conversaciones con otras personas aumentaron las emociones positivas en aproximadamente cinco puntos hasta 57,68. En comparación, ver vídeos dio un aumento de 2,4 puntos hasta 54,62, mientras que los mensajes de texto provocaron una caída hasta 47,56. Leckfor dijo: “Nos sorprendió que, aunque los participantes informaron un mejor estado de ánimo después de hablar con un extraño, todavía clasificaron los mensajes de texto por encima de hablar con un extraño”. Añadió: “Esto podría significar que las personas no siempre reconocen los beneficios potenciales de una conversación o que no están priorizando esa información”. Sin embargo, dijo, “este estudio aprovecha la idea de que tal vez comprendamos mejor cómo nos sentimos acerca de diferentes actividades si nos tomamos el tiempo para pensar conscientemente en ellas”.

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