La frecuencia con la que lavas el plato de tu mascota puede afectar tu salud, según estudio

Para la mayoría de nosotros, los hábitos de seguridad y salud alimentaria — como lavarse las manos antes de preparar una comida y lavar el plato luego de comer — son algo natural. Pero, ¿te sorprendería saber que deberías seguir esos mismos protocolos cuando alimentas a tu mascota? Un nuevo estudio publicado en la revista PLoS One, revela que la mayoría de los propietarios de perros no conocen ni siguen las directrices de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) sobre la manipulación segura de los alimentos y los platos de las mascotas.
En este caso, lo que no se sabe puede perjudicar. Según los autores, la comida para mascotas contaminada ha sido el origen de múltiples brotes de enfermedades bacterianas entre perros y humanos. “Los dueños de mascotas deben saber que los paltos de comida para mascotas pueden albergar bacterias y que existen recomendaciones para minimizar ese riesgo”, dijo la autora principal Emily Luisana, DVM, veterinaria del Friendship Hospital for Animals en Washington, D.C., en un comunicado. Los alimentos y golosinas para mascotas, al igual que muchos otros tipos de alimentos, pueden estar contaminados con bacterias dañinas que causan enfermedades transmitidas por los alimentos, como la salmonelosis y la listeriosis.
Según la Luisana, la idea del estudio surgió de conversaciones entre nutricionistas veterinarios. “Nos dimos cuenta de que, en lo que respecta a nuestras propias mascotas, todos teníamos diferentes prácticas de almacenamiento e higiene de los alimentos para mascotas”, dijo. Las recomendaciones sobre la seguridad de los alimentos para mascotas y su almacenamiento eran relativamente desconocidas, incluso entre los profesionales veterinarios, añadió. Las directrices sobre la manipulación de alimentos y platos para mascotas incluyen lo siguiente: lavarse las manos durante al menos 20 segundos antes de la manipulación, no utilizar el plato de la mascota como utensilio para recoger la comida; lavar el plato y la pala con agua caliente durante al menos 20 segundos después de cada uso; y lavarse las manos durante 20 segundos después de manipular los alimentos de las mascotas.
Para comprender mejor la eficacia de las recomendaciones de la FDA, los investigadores analizaron 68 platos de comida para perros de uso doméstico en busca de contaminación bacteriana. Tras las pruebas iniciales, dividieron a los propietarios en tres grupos con diferentes instrucciones para aplicar las directrices de manipulación de alimentos. Al final, incluso después de conocer las directrices de seguridad, muchos propietarios de perros son reacios a seguirlas. “Me sorprendió que nuestro grupo de control no mostrara una reducción de los recuentos bacterianos a pesar de que se les hizo saber que existían las directrices de la FDA, y que se volvería a tomar una muestra del plato”, dijo Luisana. Esto demuestra que dar a conocer las recomendaciones actuales no es suficiente para provocar un cambio de comportamiento, añadió.
Los propietarios de perros de los grupos que seguían las directrices también mostraron una falta de voluntad para seguir las directrices de la FDA después de la intervención de una semana: solo un 20% declaró que era probable que siguiera las instrucciones a largo plazo, y sólo un 8% dijo que era probable que siguiera todas las instrucciones dadas. Los autores señalan que este hallazgo pone de manifiesto la necesidad de contar con directrices que sean factibles y eficaces. “Aunque necesitamos más estudios para evaluar las implicaciones de nuestros hallazgos, espero que los veterinarios consideren el impacto potencial que puede tener la higiene de la alimentación, por ejemplo, en casos de enfermedades zoonóticas, en pacientes inmunocomprometidos”, dice.
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