Joël Le Scouarnec, el cirujano que violó a 299 pacientes menores de edad, condenado a 20 años de prisión en Francia
Joël Le Scouarnec, cirujano retirado francés de 74 años, fue condenado este miércoles 28 de mayo a 20 años de prisión por abusar sexualmente de 299 pacientes, en su mayoría menores de 15 años, durante un periodo que abarcó desde 1989 hasta 2014 en hospitales del oeste de Francia. El tribunal penal de Morbihan dictaminó que Le Scouarnec debe cumplir al menos dos tercios de la condena antes de poder solicitar la libertad condicional.
El juicio, que comenzó en febrero de 2025, reveló que muchas de las agresiones ocurrieron mientras las víctimas estaban bajo anestesia o despertando de operaciones. Le Scouarnec fue acusado formalmente de 111 violaciones y 189 agresiones sexuales, lo que lo convierte en uno de los depredadores sexuales más prolíficos en la historia judicial francesa. Ya estaba en prisión desde 2020, tras ser condenado a 15 años por abusar de cuatro menores, incluidas dos de sus sobrinas.
Las víctimas, representadas por unos 60 abogados, expresaron su indignación por la aparente inacción de las autoridades sanitarias y judiciales. En 2005, Le Scouarnec fue condenado por descargar imágenes de abuso infantil y recibió una pena suspendida, pero continuó trabajando en hospitales públicos sin que se le retirara la licencia médica ni se restringiera su contacto con menores, lo que permitió que siguiera abusándolos hasta su arresto en 2017.
El fiscal Stéphane Kellenberger cuestionó durante el juicio si Le Scouarnec debería haber sido el único responsable y criticó las fallas institucionales que permitieron que los abusos continuaran durante años. Señaló que la burocracia francesa contribuyó a que las responsabilidades se diluyeran y que no se tomaran medidas efectivas para proteger a las víctimas.
En una confesión impactante, Le Scouarnec admitió ante el tribunal haber abusado también de su propia nieta, una revelación que causó conmoción entre sus familiares presentes. Durante la apertura del juicio, el acusado reconoció la gravedad de sus actos y el daño irreparable causado a sus víctimas y sus familias. Este caso es considerado el mayor escándalo de pedocriminalidad en Francia que ha llegado a juicio y ha generado un debate nacional sobre las deficiencias del sistema para prevenir y sancionar estos delitos.
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