La Fiscalía española solicitó esta semana condenar a seis años de cárcel al rapero Morad por atacar con un taser a dos agentes de los Mossos d’Esquadra en L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona, el pasado 17 de julio de 2021. Morad está acusado, según los documentos legales, de un presunto delito de atentado con arma y un presunto delito de tenencia de arma prohibida, ya que los tasers están prohibidos en esta nación europea.

De acuerdo con el fiscal, los agentes de la policía catalana estaban junto a los de la Policía Local en el barrio de La Florida de L’Hospitalet de Llobregat finalizando un dispositivo de control del toque de queda que estaba en vigor por la pandemia, y en horas de la madrugada, desde un bloque de edificios comenzaron a gritarles “perros, hijos de puta”, lanzándoles botellas de vidrio.

De esta manera, los oficiales comenzaron a buscar a las personas que habían lanzado las botellas, y encontraron al rapero huyendo por un pasillo. Según la versión policial, “al verse acorralado sin salida al final del pasillo, con manifiesta indiferencia a la autoridad de la fuerza actuante, sacó un dispositivo eléctrico de defensa o taser”, abalanzándose sobre los agentes y dándole patadas a uno de ellos.

De acuerdo con El Periódico, la defensa de Morad afirma que el rapero actualmente se encuentra “desterrado” de su barrio por una medida cautelar tomada por una jueza el pasado octubre a raíz de unos incidentes en su localidad natal, y que niegan por completo los hechos descritos por la fiscalía, afirmando que Morad no llevaba ningún arma y que tampoco agredió a los oficiales.

Esta no es la primera vez que Morad se encuentra en problemas con la ley: previamente fue absuelto por intento de robo en domicilio en Barcelona en el 2018 antes de que comenzara su carera musical, y además otra causa en su contra fue archivada debido a un enfrentamiento con la policía en julio del 2022.

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