La Fiscal General estadounidense, Pamela Bondi, ordenó este martes a los fiscales federales solicitar la pena de muerte para Luigi Mangione, acusado de asesinar al CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, en la ciudad de Nueva York el año pasado. Mangione, de 26 años, fue acusado federalmente en diciembre por acechar y matar a Thompson, quien fue baleado en plena calle en el centro de Manhattan.  

Además de los cargos federales, Mangione enfrenta acusaciones por asesinato en primer grado con fines de terrorismo por parte de fiscales estatales. Bondi justificó su decisión como parte de la agenda del presidente Trump para “combatir el crimen violento” y “Hacer a América Segura Otra Vez”.  

“El asesinato de Brian Thompson, un hombre inocente y padre de dos niños pequeños, fue un crimen premeditado y a sangre fría que conmocionó al país”, declaró Bondi. Hasta el momento, Mangione ha declarado su inocencia frente a todos los cargos, y su abogado no ha hecho declaraciones sobre la petición de la pena de muerte.  

El homicidio de Thompson, ocurrido el 4 de diciembre, desencadenó una intensa búsqueda del asesino, que captó la atención de los medios. Cinco días después, el 9 de diciembre, Mangione fue reconocido en un McDonald’s en Altoona, Pensilvania, y arrestado ese mismo día. 

Las autoridades no han revelado detalles sobre los motivos del crimen, pero el caso sigue bajo investigación. Trump, que aprobó una racha de ejecuciones sin precedentes al final de su primer mandato, firmó una orden ejecutiva en su primer día de vuelta al cargo, el 20 de enero, que obliga al Departamento de Justicia a solicitar la pena de muerte en casos federales cuando proceda. Su predecesor, Joe Biden, había decretado una moratoria de las ejecuciones federales.

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