El nuevo disco de Beyoncé, Renaissance, está causando sensación entre sus fans y la crítica desde su lanzamiento el pasado viernes… pero no todos están muy contentos con el álbum. Energy, una de las canciones de la producción, samplea el icónico éxito de Kelis de 2003, Milkshake, pero al parecer eso fue una novedad para la artista, quien expresó su descontento en sus redes sociales, y criticando no solo a Beyoncé, sino a Pharrell Williams y Chad Hugo, de The Neptunes, por no haberle dicho que su trabajo sería utilizado en el disco.

La semana pasada, comentó un post de Instagram de un fan que mencionaba el sampleo, diciendo: “Mi mente también está sorprendida porque el nivel de falta de respeto y la ignorancia absoluta de las 3 partes involucradas es asombrosa. Me enteré de esto de la misma manera que todos los demás. Nada es lo que parece, algunas personas en este negocio no tienen alma ni integridad y tienen a todo el mundo engañado”. Posteriormente, expresó su frustración con dos vídeos en Instagram. “La realidad es que mi verdadera queja, no es solo con Beyoncé, porque al final del día, ella sampleó un disco, me ha copiado antes, al igual que muchos otros artistas, está bien, no me importa eso”, dijo Kelis. Añadió que habría sido de “decencia común” que alguien se pusiera en contacto con ella y al menos la avisara.

“Especialmente porque, como muchos han señalado, sé lo que tengo y lo que no tengo”, continuó Kelis. “También sé las mentiras que se dijeron. También sé las cosas que se robaron. Se robaron publicaciones, se estafaron derechos a la gente. Ocurre todo el tiempo, especialmente en aquella época. Así que no se trata de que esté enfadada con Beyoncé“. Al parecer, la cuestión más profunda aquí proviene de los problemas de contrato y publicación de Kelis con Williams y Hugo, con quienes colaboró al principio de su carrera. En una entrevista realizada en 2020, Kelis declaró a The Guardian que, cuando era una joven artista, “los Neptunes y su management y sus abogados y todo ese tipo de cosas le mintieron descaradamente y la engañaron”, por lo que no ganó nada con sus dos primeros álbumes, que fueron producidos por los Neptunes. “Pharrell lo sabe bien. Esto es un golpe directo a mí”, dijo también Kelis en su vídeo, calificando el desaire de “muy mezquino” y “pasivamente agresivo”.

Luego añadió: “Tengo derecho a estar frustrada. ¿Por qué? Porque nadie tuvo la decencia humana de llamar y decir: ‘Oye, nos gustaría usar tu disco'”. En el momento de escribir este artículo, Beyoncé y The Neptunes no han respondido públicamente a los comentarios de Kelis. Esta no es la única controversia del nuevo disco de Beyoncé, pues este fin de semana fue criticada por la utilización de la palabra “spaz” en su tema Heated, que muchos activistas de discapacidad consideran un término capacitista.

En el ámbito médico, “espástico” se refiere a una discapacidad que dificulta el control de los músculos, especialmente de los brazos y las piernas. Tras los comentarios suscitados en redes sociales, el equipo de la cantante confirmó que la letra será eliminada. “La palabra, no utilizada intencionadamente de forma perjudicial, será sustituida”. La polémica llega semanas después de una controversia similar con Lizzo, quien utilizó el mismo término en su canción Grrrls de su último álbum, Special. La artista cambió la letra en 48 horas.

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