La futbolista española Jenni Hermoso acusó formalmente el día de hoy a Luis Rubiales de agresión sexual por el beso ocurrido en la final del Mundial femenino. La decisión de Hermoso es el mayor desafío de Rubiales hasta la fecha, ya que podría derivar en un proceso penal. Según informaron fuentes de la fiscalía, la denuncia fue por agresión sexual.

La denuncia, presentada este martes, es clave para que avance la investigación preliminar que los fiscales del máximo tribunal penal español han abierto por un presunto delito de agresión sexual. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rubiales, provocó una reacción mundial tras besar a la fuerza a Hermoso durante la ceremonia de entrega de medallas tras el triunfo de España en Sydney el 20 de agosto. Hermoso declaró posteriormente que el beso no deseado la había dejado “vulnerable y como víctima de una agresión”, y en un comunicado en las redes sociales lo describió como “un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte”.

Hermoso también dijo que ella y su familia habían sido presionadas por la federación para que mostraran su apoyo a Rubiales. La fiscalía de Madrid dijo que, según la nueva ley sobre violación de España, que entró en vigor el año pasado, Rubiales podría enfrentarse a una multa o una pena de prisión de uno a cuatro años si es declarado culpable. La nueva legislación eliminó la distinción entre “acoso sexual” y “agresión sexual”, haciendo punible cualquier acto sexual no consensuado.

Por su parte, Rubiales insiste en que el beso fue consentido. La Audiencia Nacional comunicó la semana pasada la apertura de diligencias previas ante el “carácter inequívoco” de las declaraciones de Hermoso, alegando que era necesario “determinar su trascendencia jurídica”. El organismo rector del fútbol mundial, la FIFA, suspendió provisionalmente a Rubiales durante 90 días tras negarse a dimitir de su cargo.

Unas 81 jugadoras de la selección femenina se declararon en huelga en protesta por el feroz discurso defensivo del técnico de 46 años tras el incidente, en el que arremetió contra el “falso feminismo”. La RFEF destituyó el martes al seleccionador español femenino, Jorge Vilda, a raíz del escándalo.

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