¡No te pierdas de nada! 👽

Sucribirme! Let's go!

Un resumen de historias para leer, mirar y escuchar cada semana. 0% Spam. GDPR.

No quiero, gracias

Es inválido 💣

Mental Health
¡Espera un poco!
Read and listen
Ayy, close that door, we blowin' smoke
Album Reviews

Reneé Rapp

BITE ME

Portada del álbum BITE ME" de Reneé Rapp.
7.2
Words Mirangie Alayon

Desde que irrumpió como Regina George en el revival de Mean Girls en Broadway, Reneé Rapp llevaba escrito en la mirada que no iba a conformarse con ser solo una actriz. Con esa mezcla de arrogancia calculada y vulnerabilidad cruda que la define, la norteamericana de 25 años ha construido una carrera donde la música es el refugio y el escudo. Su debut Snow Angel (2023) fue un puñetazo de melancolía elegante, pero en BITE ME, su segundo álbum, Rapp cambia las lágrimas por rímel corrido, el piano por guitarras distorsionadas y los susurros por gritos que podrían derribar paredes. Aquí no hay espacio para la pena: solo fiestas de afterhours, exnovias que merecen una patada en el ego y una filosofía de vida tan simple como letal: If I can’t be happy, at least I’m hot (Si no puedo ser feliz, al menos estoy buena).

La producción, liderada por Omer Fedi y otros pesos pesados como Alexander 23, convierte a  BITE ME en un carrusel de referencias que van desde el grunge de los 90 hasta el synth-pop más juguetón. En Leave Me Alone, el tema que abre el disco, Rapp ya avisa: I’m a real bad girl but a real good kisser (Soy una chica muy mala pero muy buena besando), mientras un riff contagioso recuerda a los mejores excesos de Joan Jett. Es una declaración de intenciones: este no es un álbum para pedir permiso, sino para reclamar espacio a gritos. La ironía está en cada esquina, como cuando en Kiss It Kiss It suelta: I think we almost made a baby… I mean, we can’t, but goddamn (Creo que casi hacemos un bebé… Quiero decir, no podemos, pero maldición), o cuando en Shy —una de las mejores canciones del disco— finge timidez justo antes de soltar: I’m thinking somewhere in between your thighs (Estoy pensando en algún lugar entre tus muslos) Rapp juega con los contrastes como si la vida fuera un reality show donde ella es la villana favorita de todos.

Pero no todo es fiesta y provocación. Entre tanta guitarra y bajo seductor, hay momentos de fragilidad que delatan a la artista detrás del personaje. Sometimes es una balada de piano que duele como un recuerdo a las 3 de la mañana, con Rapp admitiendo: It’s killing me having you sometimes (Me mata tenerte a veces). Y en That’s So Funny, la canción más teatral del álbum, se permite un último ajuste de cuentas con un antiguo amor: Now everyone hates you except for my lawyer (Ahora todo el mundo te odia excepto mi abogado). Son destellos de esa Rapp que sabe convertir el dolor en arte, aunque esta vez prefiera ahogarlo en tequila y sexo casual.

Lo más interesante de BITE ME es cómo Rapp abraza su identidad queer sin caer en clichés. No hay discursos grandilocuentes, solo vivencias descaradas. En At Least I’m Hot, donde su novia Towa Bird hace un cameo, el tono es festivo, casi una parodia de la autoestima frágil. Es un himno para quienes eligen la arrogancia como terapia, y Rapp lo canta como si estuviera brindando con champán en una mano y un cigarrillo en la otra.

Sin embargo, el álbum no es perfecto. Hay momentos donde la falta de cohesión se nota, como en Good Girl, un tema ochentero que, aunque divertido, parece sacado de otro disco. Y en You’d Like That Wouldn’t You, la fórmula pop-rock se siente tan familiar que cuesta no pensar en Olivia Rodrigo. Pero incluso en esos tropiezos, Rapp logra salvarlo todo con actitud. Su voz potente, rasposa, capaz de pasar de un susurro a un alarido en segundos, es el hilo conductor que mantiene el caos bajo control.

Al final, BITE ME es eso: un disco imperfecto, excesivo y humano. Rapp no está aquí para ser la artista pulida que todos esperan, sino para ser la amiga tóxica que te arrastra de fiesta cuando deberías estar llorando. Es un álbum que muerde primero y pregunta después, que prefiere el glitter al luto y la sinceridad brutal a los finales felices. Y en un mundo donde el pop a menudo se siente demasiado calculado, esa falta de filtro es justo lo que necesitamos. Porque, al final del día, ¿qué hay más liberador que admitir que a veces la mejor venganza no es superarlo… sino asegurarte de que se arrepientan de haberte perdido?

Escucha BITE ME en su totalidad a continuación.

Despues de leer, ¿qué te pareció?

  • Me gustó
  • Me prendió
  • 2
    Lo amé
  • Me deprime
  • WTF!
  • Me confunde
   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido

Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecerte una mejor experiencia y servicio. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso.

Aceptar
NIGHT MODE DAY MODE