Wet Leg
moisturizer

Desde que Chaise Longue irrumpió en 2021 como un destello de sarcasmo y riffs contagiosos, Wet Leg se convirtió en el antídoto perfecto para una escena indie que a veces se toma demasiado en serio. Rhian Teasdale y Hester Chambers, dos veinteañeras de la británica Isla de Wight, convirtieron su amistad y su humor ácido en un fenómeno global: canciones sobre muffins, sueños húmedos y langostas imaginarias que, bajo su fachada de absurdismo, escondían miradas afiladas sobre el amor, el deseo y la incomodidad de ser joven (y mujer) en la industria musical. Tras un debut arrollador, premios Grammy incluidos, y una gira interminable, su segundo álbum, moisturizer, llega para responder la pregunta incómoda: ¿cómo seguir siendo irreverentes cuando el mundo ya no te ve como una sorpresa, sino como una estrella?
La respuesta, al menos en la primera mitad del álbum, es doble: más ruido, más actitud. CPR abre con guitarras que suenan como sirenas de ambulancia y una Teasdale que declara amor como si fuera una emergencia médica (I… I… I… I’M IN LOVE). Catch These Fists, el single que anticipó el disco, es un puñetazo de dance-punk donde Rhian despacha a un pretendiente no deseado con un Man down! Ya! Ya! tan festivo como letal. Aquí, Wet Leg suena como si Elastica y Yeah Yeah Yeahs hubieran organizado una fiesta en un almacén abandonado: caóticas, eléctricas, y con la certeza de que alguien va a terminar con los nudillos sangrando tras una pelea.
Tampoco hay que cometer el error de asumir que moisturizer es solo un catálogo de furia adolescente. En Davina McCall —nombrada en honor a la presentadora británica—, el dúo (ahora convertido en quinteto) baja la guardia con una balada pop que evoca a The Cardigans en su momento más melancólico. Es un respiro dulce, casi ingenuo, donde Teasdale canta sobre viajes románticos bajo lluvia, lejos del cinismo que la caracteriza. Lo mismo ocurre en Pokemon, una canción que flota entre sintetizadores brillantes y letras sobre escapadas a Tokio, como si de pronto descubrieran que el amor puede ser ligero, incluso tierno.
Claro, esto es Wet Leg, y la ternura nunca dura mucho. Pillow Talk es un himno masturbatorio con guitarras distorsionadas y una letra que oscila entre lo hilarante y lo perturbador (Every night I fuck my pillow / I wish I was fucking you). Es el tipo de canción que solo ellas podrían escribir: cruda, cómica y tan incómoda que resulta irresistible. Lo mismo pasa en Mangetout, donde Rhian recibe los avances de un admirador con un You wanna fuck me? I know most people do cargado de hastío y, quizás, un poco de diversión perversa. Aquí, como en su mejores momentos, ambas convierten la exasperación en arte pop.
Sin embargo, no todo en moisturizer es memorable. Jennifer’s Body y Pond Song se sienten como rellenos, intentos de replicar la fórmula del primer disco sin su chispa original. Y aunque Don’t Speak (no, no es un cover de No Doubt) mezcla shoegaze con melodías con sabor a chicle de forma interesante, hay momentos donde el álbum parece perderse entre sus propias ambiciones. Pero incluso en sus bajones, Wet Leg nunca suenan como impostoras: hay una honestidad en su desparpajo, en su negativa a ser etiquetadas como “el futuro del rock” o “la voz de una generación”. Ellas solo quieren divertirse, aunque eso signifique cantar sobre almohadas húmedas o fantasías con moderadoras de televisión.
Tras varias escuchas, moisturizer es como un verano borracho: efímero, desordenado y lleno de momentos que brillan con luz propia. No es tan cohesivo como su debut, pero tampoco lo necesita. Wet Leg sigue siendo esa banda que te hace reír mientras te patea el culo, que escribe canciones sobre amores que parecen ataques al corazón y odios que suenan como canciones de cuna. En un mundo donde la música indie a veces se ahoga en su propia seriedad, ellas son el recordatorio de que el rock puede ser inteligente sin ser pretencioso, visceral sin ser grosero, y sobre todo, profundamente humano. Después de todo, ¿qué hay más humano que reírse de todo —incluso de uno mismo— mientras el mundo te observa?
Escucha moisturizer en su totalidad a continuación.
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