Bielorrusia legaliza la piratería de contenidos de países “hostiles”
Para darle la bienvenida al nuevo año, el presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko firmó una nueva ley que permite la piratería en el país. Con el noble objetivo de desarrollar “el potencial intelectual y espiritual-moral de la sociedad”, la ley permite el uso “sin el consentimiento del titular de los derechos” de software, películas y música “procedentes de Estados extranjeros que cometan acciones inamistosas” contra Bielorrusia, siempre que se consideren “esenciales para el mercado nacional”.
En el texto de la ley no se especifica qué es esencial en este contexto. Pero en lo que respecta al software, es muy probable que la tecnología fundamental como Windows, e incluso Microsoft Office y la suite de Adobe, se incluyan en esta descripción, lo que no está muy claro es qué películas, música y juegos puedan considerarse realmente un engranaje crucial en Bielorrusia.
La ley no permite una total liberalización de los medios digitales procedentes de los innumerables países que han sancionado a Bielorrusia en los últimos años, y en particular tras su apoyo a la invasión rusa de Ucrania. Al menos en teoría, las personas u organizaciones que hagan uso de contenidos pirateados tendrán que pagar por ellos, pero el dinero irá a parar a cuentas bancarias bielorrusas gestionadas por la autoridad bielorrusa de patentes. Los titulares de derechos dispondrán entonces de un plazo de tres años para presentar una solicitud de remuneración al gobierno bielorruso. Si a los titulares de los derechos se les acaba el plazo, el Estado se queda con el dinero.
La ley también estipula que la autoridad de patentes puede “deducir no más del 20%” de cualquier remuneración que se gestione antes de transferirla a los titulares de derechos pertinentes. No parece que a nadie vaya a querer presentar una solicitud formal a Bielorrusia por estos productos pirateados, que es precisamente de lo que se trata la ley.
Por si todo esto fuera poco, la ley esconde una sorpresa más: a partir de ahora, Bielorrusia podrá importar lo que quiera de su lista de bienes “esenciales”, independientemente de si cuenta o no con el permiso de los titulares de los derechos correspondientes. Ni siquiera hace falta ser de un país “hostil”: todo está permitido siempre que figure en la lista de productos esenciales. a ley estará en vigor hasta el 31 de diciembre de 2024.
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