Amyl and The Sniffers
Cartoon Darkness
Desde su debut en 2019, el punk’n’roll australiano de Amyl and The Sniffers ha impactado con energía pura. Sus conciertos son el tipo de espectáculo que podría reavivar el amor por la música en directo incluso en el fan más apático (por favor, busca un par de shows en YouTube para que te unas al hype), y sus canciones son lo suficientemente electrizantes como para hacer desaparecer incluso las telarañas más intrincadas de tu alma. Su debut autotitulado fue una perfecta introducción, y en una época en la que la música rock solo sonaba a productos pop intercambiables producidos en masa, su segundo álbum Comfort to Me del 2021 nos recordó su carisma y poder.
Por lo general, cuando algunas bandas que han construido su existencia a base de ruido y potencia llegan a su tercer álbum, existe una preocupante tendencia a que quieran bajar el ritmo, encontrar expresiones más matizadas o empezar a experimentar. Pero este no es el caso de Amyl & The Sniffers. Cartoon Darkness habla de política, de la crisis climática, de inteligencia artificial, de las redes sociales que crean distancia, de las grandes empresas tecnológicas y de la mierda que nos lanza el mundo todos los días. Sí, el futuro es oscuro, pero sigue siendo solo una fantasía, un dibujo animado. Así que, con tanto estiércol potencial, Amyl & The Sniffers nos trae una especie de ira eléctrica con una sonrisa irónica y un brillo en los ojos, teniendo siempre a Amy Taylor como protagonista.
El álbum fue grabado en el Studio 606 de Foo Fighters en California y la producción es de primera clase, de manos de Nick Laughey. Lo más interesante es que hay una verdadera sensación de madurez con este lanzamiento en comparación con los discos anteriores. El mundo es estúpido, y el futuro tampoco pinta muy bien, así que o nos deprimimos o nos reímos de lo absurdo que es todo acompañados con unas guitarras eléctricas. En el álbum, describen la situación inquietante y ridícula en la que la humanidad se está metiendo deliberadamente, como si se tratara de una precuela. Para comenzar esta versión zero fucks de su Black Mirror personal, la banda abre el álbum con Jerkin’, un ataque rápido con un lenguaje tan lleno de blasfemias y palabrotas (You’re a dumb cunt, You’re an asshole / Every time you talk you mumble, grumble / Need to wipe your mouth after you speak cuz it’s an asshole) y un vídeo con tantos desnudos que solo se puede ver en la página web de la banda después de verificar que eres mayor de 18 años. Tremendo.
Motorbike Song está preparada para los shows en vivo de la banda y se abre con una letra más explosiva: I wanna ride you like a Harley D / You got the intelligence and ya yearn for me. El álbum continúa con Doing in Me Head, que te atrapa de inmediato con los riffs de guitarra de Declan Martens, que funcionan bien junto a la voz de Taylor. Pigs es otro tema que ya podemos escuchar en directo: la combinación de guitarras, bajo y batería hacen de él una canción de alta rotación. Chewing Gum observa el desorden del mundo e implora a la gente que encuentre la alegría en medio del caos, mientras que Big Dreams sirve como un himno para los artistas en un mundo que los defrauda, ya que la banda se convierte en una luz que guía a los demás tanto como a ellos mismos.
Incluso en U Should Not Be Doing That, Amy Taylor da el golpe perfecto de punk rock con un fuerte mensaje de libertad y empoderamiento, que continúa en Tiny Bikini, uno de los mejores tracks del álbum, que Amy dedica a la legión de mujeres con poca ropa a las que ama y honra cada vez que se sube a un escenario. Amy siempre ha sido una poderosa voz feminista que se ha manifestado en contra de la cultura de la violación y su cansina sugerencia de que lo que visten las mujeres tiene alguna importancia, así que el tema encierra un gran mensaje en una canción corta pero muy afilada. Amy Taylor tiene un don para hacer precisamente eso: abordar este enorme tema de la discriminación y la injusticia con tanta diversión como seriedad y severidad. En la canción que cierra el álbum, Me and the Girls, es donde mejor se aprecia, ya que los sentimientos más despreocupados sobre ella y sus atractivas amigas se mezclan con comentarios muy reales e importantes sobre los derechos, las libertades y el trato que reciben las mujeres.
Este último trabajo de Amyl and The Sniffers capta a la perfección la complejidad del mundo actual, lleno de contradicciones, caos y belleza. Es un disco que no solo habla de la angustia de vivir en nuestro tiempo, sino que también nos invita a celebrarlo. Es un disco rebosante de energía y rabia, pero igualmente lleno de alegría y libertad. Y en estos tiempos difíciles, eso es exactamente lo que necesitamos: una banda con ganas de volcar un camión de gasolina para crear un infierno de llamas de 20 metros de altura. Melbourne ya está ardiendo, y con este álbum, nos dicen que tienen ganas de incendiar al mundo entero.
Disfruta de Cartoon Darkness en su totalidad a continuación.
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